En un entorno empresarial cada vez más competitivo y dinámico, la gestión del talento se convierte en un factor crucial para el éxito sostenible de las organizaciones. El capital humano marca la diferencia, por lo que invertir en el desarrollo de una marca empleadora atractiva, así como en herramientas de fidelización de los empleados, es vital para garantizar el futuro de las compañías.
En este sentido, DCH – Organización Internacional de Directivos de Capital Humano, ha puesto en marcha el Centro de Excelencia DCH Barcelona, cuyo objetivo es liderar y transformar la Gestión del talento en la región, marcando un hito significativo en la evolución de los Recursos Humanos. Así, destacan que, las organizaciones, deben incorporar y prolongar en el tiempo el uso de plataformas digitales, redes sociales y networking para posicionarse entre los mejores empleadores y conseguir la retención y atracción del talento joven.
Además, señalan que debido a que las habilidades y conocimientos se quedan obsoletos rápidamente, proporcionar oportunidades de formación y desarrollo continuo es esencial. Las empresas deben ofrecer programas de capacitación que no solo aborden las competencias técnicas, sino también otro tipo de habilidades como pueden ser el liderazgo, la comunicación y la gestión del cambio.
Además, la implementación de plataformas de aprendizaje online facilita el acceso a los cursos, permitiendo el autoaprendizaje y flexibilidad a los empleados. Por esta razón, la retención de talento no se logra únicamente con salarios elevados, si bien la remuneración es importante, factores como el reconocimiento, el crecimiento profesional, el equilibrio entre lo laboral y personal y un entorno de trabajo cómodo, juegan un papel crucial.
Según Juan Carlos Pérez Espinosa, Presidente Ejecutivo de DCH, “los empleados comprometidos son más productivos, innovadores y leales, por ello, las empresas deben cultivar una cultura organizacional basada en la transparencia, la colaboración y la confianza”. Además, añade que “la tecnología, junto a los datos, juega un papel fundamental. Desde herramientas de IA que optimizan el proceso de selección, hasta plataformas de análisis que identifican tendencias en el desempeño y satisfacción, la tecnología permite una gestión del talento más eficiente, efectiva y precisa”.