En la era empresarial actual, el liderazgo está experimentando una transformación significativa. Las rigideces tradicionales del mando y control están dando paso a enfoques más colaborativos y orientados al desarrollo personal y profesional de los empleados. Este cambio ha llevado al nacimiento de nuevos modelos de liderazgo que se asemejan más al papel de un coach. En este reportaje, exploramos cómo empresas de sectores muy diversos están adoptando y promoviendo estos modelos innovadores.
La retención del talento en las empresas es crucial para mantener la competitividad, y para lograrla el papel de los líderes es crítico. Diferentes estudios indican que el 70% de los empleados que deja una organización lo hace a causa de sus jefes. Por ello, con el fin de adaptar la forma de gestionar a las nuevas demandas y expectativas de los equipos y del mercado, acompañar a los mánager en la transformación cultural y organizativa, y servir de palanca de evolución de la plantilla, muchas compañías han visto la necesidad de evolucionar su modelo de liderazgo.
El líder del futuro: promotor del desarrollo, la autonomía, la diversidad y el bienestar
Frente a los estilos de liderazgo más autoritarios o jerárquicos del pasado, en los que los líderes ejercían un rol más directivo y controlador, ahora hay una tendencia creciente hacia un enfoque más colaborativo y orientado al desarrollo personal, que se asemeja al papel de un coach. Se busca que los líderes modernos proporcionen orientación, apoyo y oportunidades, inspirando a los empleados, promoviendo su bienestar físico y mental, y garantizando que se sientan conectados, valorados y recompensados por su labor. Un líder que involucre a los miembros del equipo, fomente la autonomía y promueva el desarrollo personal y profesional.
En el caso de GMV (grupo empresarial de soluciones de innovación tecnológica), Ignacio Ramos, director corporativo de People Strategy and Infrastructures, indica que buscan personas “que pongan al servicio del equipo todas sus capacidades y habilidades. Su papel, más que una posición clásica de jefe, es la de un líder capaz de ayudar y alinear los objetivos de desarrollo profesional de cada persona con los de la compañía”. Por su parte, Laly Sánchez, mánager del área de Cultura y Comunicación Interna de Grup Pyrénées (primera marca comercial de Andorra, con servicios de restauración, retail y distribución mayorista, etc.), afirma que su referente de nuevo liderazgo “es el estilo coach. Nuestros mánager son palancas de cambio, el espejo de los equipos y responsables del crecimiento de la plantilla”.
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(El reportaje completo se puede leer EN EL NÚMERO 15 DE LA REVISTA FACTOR HUMANO)