La formación ha dejado de ser un complemento para convertirse en una prioridad estratégica dentro de las organizaciones. El 70% de las empresas en España planea implementar programas formativos en 2025, cuatro puntos más que en 2024, de acuerdo con el III Estudio de Retos y Tendencias en RRHH elaborado por Pluxee.
El informe apunta a que las compañías apuestan especialmente por habilidades tecnológicas, liderazgo e inteligencia artificial, tres ámbitos considerados esenciales para afrontar los desafíos de un mercado laboral en transformación y marcado por la escasez de perfiles cualificados.
La apuesta empresarial responde a una demanda clara de los profesionales: el 94% de los empleados considera que la formación es un factor clave para su desarrollo. Además, las prioridades formativas de las organizaciones coinciden con las de sus plantillas, que valoran principalmente la capacitación en nuevas tecnologías, la preparación para asumir mayores responsabilidades y la mejora de las competencias ligadas a su puesto actual.
No obstante, el estudio revela una brecha significativa. Solo el 36% de los empleados afirma estar formándose de manera activa, mientras que la mitad accede a cursos por iniciativa propia. Este dato refleja tanto la motivación individual como la oportunidad de las empresas para estructurar y facilitar el acceso a programas que respondan a las expectativas de sus equipos. De hecho, el 50% de los empleados accede a cursos formativos por su cuenta, lo que demuestra la motivación individual, pero también la oportunidad de las empresas para acompañar ese interés de forma estructurada.
“La oportunidad de formarse ha dejado de ser un beneficio secundario para convertirse en una necesidad compartida por empresas y empleados. En un entorno marcado por la transformación digital y la competitividad creciente, invertir en formación no es solo responder al presente, sino anticiparse al futuro inmediato”, destaca Miriam Martín, CMO de Pluxee España.