Con el propósito de ofrecer a sus empleados la mayor flexibilidad posible y fomentar su autogestión, la aerolínea LATAM Airlines ha decidido transformar su sistema de retribución flexible y de beneficios sociales en España, en colaboración con el proveedor externo Betterfly. Esto ha permitido, además, al departamento de RRHH reducir el número de sus transacciones, liberando tiempo para otras tareas.
En el último número de la revista Factor Humano entrevistamos a Felipe Ferreira, director de RRHH de LATAM Airlines en Europa y Oceanía, y Carmen Espinilla, account executive de Betterfly.
¿Qué modelo de retribución flexible tenía la empresa LATAM Airlines en nuestro país y por qué decidieron cambiarlo?
Felipe Ferreira: Uno de los pilares estratégicos para nuestro departamento de RRHH es la diversidad e inclusión, basadas en tres aspectos: género, capacidades diferentes y perfiles distintos. Creemos que la diversidad nos da una ventaja competitiva. En este contexto, hace unos meses nos marcamos como propósito fortalecer la empatía que tenemos con nuestros equipos, y, para ello, decidimos cambiar muchos de nuestros procesos de RRHH con el fin de atender las distintas necesidades de nuestros empleados con la mayor eficiencia. Uno de dichos procesos fue la gestión de la retribución flexible.
Antes de implementar un programa de retribución flexible como tal, contábamos con varios beneficios atractivos dentro de nuestro convenio (ticket restaurante, transporte y seguro médico), que gestionábamos de forma interna. Pero decidimos buscar la ayuda de un proveedor externo para transformar este sistema con el fin de ofrecer al empleado flexibilidad para elegir entre una gama de productos y beneficios según sus necesidades y situaciones -con hijos o sin hijos, familias monoparentales, etc.-. Queríamos que cada empleado pudiera optimizar su nómina y percibir un sueldo neto mayor, consiguiendo el máximo ahorro. Además, buscábamos fomentar la autogestión de sus propios beneficios por parte de los profesionales, consiguiendo, por un lado, que cada empleado pueda elegir el producto que quiera, y, por otro, que el departamento de RRHH gane en eficiencia al dejar de gestionar estas actividades transaccionales, pudiendo dedicarnos a otras tareas más importantes.
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(La entrevista completa se puede leer EN EL NÚMERO 16 DE LA REVISTA FACTOR HUMANO)