Burnout e Inteligencia Artificial: el nuevo reto de las áreas de RRHH para equilibrar eficiencia y bienestar

La Inteligencia Artificial (IA) se ha consolidado como un motor de transformación en las organizaciones, impulsando la eficiencia, optimizando procesos y liberando tiempo para tareas de mayor valor añadido. Sin embargo, su implantación también está generando un efecto colateral que preocupa a los departamentos de Recursos Humanos: el aumento del estrés laboral y del riesgo de burnout entre los empleados.

programación-ordenadores-ciberseguridad-inteligencia-artificial-ia-rrhh-recursos-humanos-factor-humano-fhSegún los últimos informes, en España más de la mitad de los profesionales se sienten presionados al trabajar con datos, y un 54% reconoce que tiende a evitarlos, muy por encima de la media global. A esto se suma que las bajas por motivos de salud mental ya representan un 17% del total, con una duración media de 96 días, según datos de la Unión General de Trabajadores (UGT). Cifras que ponen de manifiesto cómo la aceleración tecnológica, la sobrecarga informativa y la falta de desconexión están impactando directamente en el bienestar de los equipos.

“La Inteligencia Artificial está cambiando la forma en la que trabajamos, pero lo que realmente marca la diferencia en una organización son las personas. Los líderes tienen hoy un papel clave: acompañar, escuchar y ofrecer espacios para aprender y adaptarse. Solo así podrán combinar tecnología y talento, y construir equipos resilientes”, explica Juan Luis Moreno, Partner & Managing Director de The Valley.

La paradoja de la productividad: eficiencia sí, pero sin sacrificar salud

El uso de la IA permite automatizar tareas repetitivas, mejorar la toma de decisiones y aumentar la velocidad de respuesta. Pero, al mismo tiempo, introduce una presión constante por adaptarse, producir más rápido y mantener la competitividad, factores que están intensificando el desgaste emocional y físico de los trabajadores.

Un estudio publicado por Nature confirma que la adopción de la IA incrementa significativamente el estrés laboral, al requerir una gestión constante de grandes volúmenes de datos y una adaptación continua a nuevas herramientas. Esta “fatiga tecnológica” se traduce en síntomas de ansiedad, desconexión emocional y agotamiento, especialmente en entornos donde no existen políticas activas de prevención ni cultura de bienestar.

Frente a este contexto, los expertos de The Valley identifican seis líneas de acción que los departamentos de RRHH pueden implementar para proteger la salud mental de los empleados y convertir la tecnología en una aliada del bienestar:

  1. Formación continua en IA y competencias digitales. La actualización constante y el lifelong learning son esenciales para reducir la ansiedad tecnológica y fortalecer la empleabilidad. Según el Future of Jobs Report del Foro Económico Mundial, la capacitación continua es ya una competencia crítica en el mercado laboral español.
  2. Desarrollo de soft skills. La resiliencia, la comunicación efectiva, el pensamiento crítico y la colaboración son habilidades imprescindibles para afrontar la presión tecnológica y mantener la cohesión de los equipos.
  3. Fomentar la conexión y el trabajo en equipo. El clima laboral es un factor decisivo: el 78% de los empleados lo considera clave para permanecer en una organización, según Aon. Promover la empatía y el reconocimiento entre compañeros ayuda a prevenir el desgaste y fortalecer la cultura corporativa.
  4. Autonomía y confianza. Permitir que los empleados decidan cómo aplicar las herramientas digitales potencia su sentido de control, reduce la sobrecarga y refuerza la motivación intrínseca.
  5. Prevención del burnout. Incorporar encuestas de clima, medir la carga de trabajo y detectar señales tempranas de agotamiento permite actuar antes de que el problema afecte al rendimiento o derive en bajas prolongadas.
  6. Promoción de la desconexión digital. El 80% de los trabajadores europeos experimenta fatiga mental por el uso excesivo de dispositivos, según un análisis de HONOR. Implementar políticas de desconexión, horarios flexibles y límites claros entre vida personal y profesional es hoy una prioridad estratégica.

El reto para las áreas de RRHH no se limita a integrar tecnología, sino a redefinir la cultura laboral en torno a la sostenibilidad humana. La IA puede ser un acelerador de productividad, pero su impacto será positivo solo si se acompaña de liderazgo empático, formación continua y políticas de bienestar reales.

 

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