El absentismo laboral continúa consolidándose como uno de los principales retos para las empresas españolas. Según un análisis de Randstad Research con datos desde 2008 hasta el segundo trimestre de 2025, la ausencia al puesto de trabajo —tanto justificada por incapacidad temporal (IT) como no justificada— se ha duplicado desde los mínimos registrados en 2013.
En aquel año, la tasa general marcó un mínimo histórico del 3,8%, que en 2025 se sitúa ya en el 7%, mientras que el absentismo por IT ha pasado del 2,3% al 5,5%.
La evolución muestra un ligero repunte entre 2013 y 2019, que se disparó con la irrupción de la pandemia: del 5,2% a finales de 2019 al 7% actual en la tasa general. Incluso superó estos niveles en el primer trimestre de 2022, con un 7,1%, coincidiendo con un nuevo pico de contagios.
“El absentismo laboral se disparó durante la pandemia y, lejos de remitir, se mantiene en niveles muy elevados, impactando de lleno en productividad, costes y competitividad”, advierte Valentín Bote, director de Randstad Research.
Salud mental en alza y saturación sanitaria, claves del repunte
El estudio apunta a que el incremento sostenido responde a una combinación de factores estructurales y sociales. Entre ellos, el aumento de bajas relacionadas con problemas de salud mental, la saturación del sistema sanitario —que alarga los procesos de recuperación— y un cambio cultural que normaliza no acudir al trabajo si no se está en condiciones óptimas. “La duración de las bajas se está incrementando y las ausencias se vuelven más frecuentes”, señala Bote.
Por sectores, la industria encabeza el absentismo en el segundo trimestre de 2025, con un 7,4% en la tasa general, seguida de los servicios (7%) y la construcción (5,5%). En el caso del absentismo por IT, la industria registra un 5,7%, los servicios un 5,5% y la construcción un 4,6%.
Las actividades con mayor crecimiento desde 2008 son restauración y comercio minorista. En restauración, el absentismo general ha pasado del 3,1% al 6,1%, mientras que el comercio al por menor ha subido del 4,6% al 7%. Sectores tradicionalmente tensionados, como sanidad, metalurgia o administración pública, también mantienen tasas elevadas.
Canarias, Cantabria y el norte industrial, a la cabeza por regiones
En el plano territorial, Cantabria (9,2%) y Canarias (8,8%) registran las tasas más altas en el segundo trimestre de 2025. Les siguen País Vasco (8,6%), Galicia (8,4%) y Asturias (8,1%). Todas ellas superan ampliamente la media nacional.
En el extremo opuesto se sitúan Baleares (5,5%), Comunidad de Madrid (6,1%), La Rioja (6,1%) y Comunidad Valenciana (6,4%).
El análisis histórico desde 2008 muestra que Canarias, Extremadura y Asturias son las comunidades donde más ha crecido el absentismo. Además, las regiones del norte —principalmente País Vasco y Navarra— mantienen tasas elevadas debido al fuerte peso de la industria, un sector especialmente afectado por este fenómeno.
