Formación: la diferencia entre inversión y gasto es la especialización

Por Gema Lahoz, Head Training Solutions de ManpowerGroup España

Las compañías suelen ser conscientes de la importancia de la formación y el desarrollo de sus equipos y, por ello, todos los días se dedican en España más de cinco millones de euros a formaciones dentro de la empresa. Sin embargo, cuestiones como que esa formación se imparta lejos de una planificación, que los cursos no se adapten a las necesidades reales del negocio y sus profesionales o que se utilicen herramientas obsoletas ponen en cuestión la utilidad de esa inversión. La mejor manera de garantizar que esa formación se convierta en valor añadido tanto para los empleados como para las propias organizaciones es a través de la especialización.

Gema Lahoz - ManpowerEl valor añadido que se pide a la formación es aún más importante en sectores que están cambiando a un ritmo vertiginoso (especialmente a raíz del impacto que ha tenido la digitalización y las nuevas herramientas) y cuyo crecimiento se ha visto, además, acelerado por la pandemia, como, por ejemplo, la tecnología, la salud o la logística. Las necesidades de mejorar y de actualizar habilidades y conocimientos son crecientes y las empresas y sus profesionales demandan formación.

A este escenario de constante cambio se suma otro factor relevante: la brecha de talento ha alcanzado el nivel más alto de los últimos 15 años. En España, 8 de cada 10 empresas afirma tener dificultades para encontrar los perfiles con las habilidades necesarias para las oportunidades que ofrecen. Por ello, la opción de crear y desarrollar el talento por parte de las compañías continúa ganando enteros. Pero no se puede implementar de cualquier manera, debe obedecer a un plan.

Entre los problemas a los que se enfrentan las empresas para lograr poner en marcha planes de formación eficaces están la urgencia y la falta de tiempo, el ya mencionado desajuste de talento, el coste, el desconocimiento y una oferta que no se adapta a sus necesidades. En este sentido, contar con el expertise sectorial, la infraestructura, la tecnología y los formadores permite dar una respuesta mucho más ágil y eficiente. En ManpowerGroup llevamos décadas ayudando a compañías de diferentes sectores y tamaños con planes de desarrollo para sus equipos y, por experiencia, sabemos que dicha formación debe obedecer a dos claves: estrategia y especialización.

Cada industria tiene sus propios retos -poco tienen que ver la escasez de programadores phyton en IT con los picos de demanda que ha sufrido la logística durante la pandemia-, por lo que cualquier plan tiene que estar totalmente alineado con el negocio. Una estrategia de formación especializada sectorialmente debe, por un lado, entender el papel que juega cada persona dentro del equipo y permitir el desarrollo de capacidades concretas vinculadas al desempeño profesional; y, por otro, profundizar en el propio sector, para que los alumnos obtengan una visión más nítida de la industria en la que trabajan.

 

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(El artículo completo se puede leer EN EL NÚMERO 9 DE LA REVISTA FACTOR HUMANO)

 

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