Por Ana Cartón, directora de RRHH de Intelcia
El mercado laboral se va adaptando al ritmo vertiginoso de cambio impulsado por la revolución digital. Especialmente las empresas del sector tecnológico nos vemos obligadas a reciclar capacidades continuamente. Lo vemos en nuestro día a día, pero también lo avalan estudios recientes como el ‘Jobs lost, jobs gained: Workforce transitions in a time of Automation’, elaborado por McKinsey Global Institute, que apunta que, para el año 2030, entre el 3%-14% de la población laboral mundial cambiará de categoría profesional como consecuencia de la automatización, la inteligencia artificial y la digitalización.
Los términos upskilling y reskilling se van normalizando en el ámbito empresarial, ambos relacionados con la formación y el desarrollo laboral, pero se refieren a cosas diferentes. El upskilling trata de mejorar las capacidades y habilidades actuales del empleado, le permite crecer en su rol actual mejorando la productividad en el puesto o facilitando la promoción interna, mientras que el reskilling hace referencia al reciclaje profesional, la capacitación en nuevas habilidades y competencias para asumir otro puesto, cambiar de disciplina o adaptarse a los cambios del mercado laboral.
Con la transición tecnológica y digital, muchos empleos podrán desaparecer, pero otros nuevos surgen con fuerza y, de hecho, esos perfiles son los que más demanda el mercado ahora mismo. Los que nos dedicamos a la gestión de talento en los departamentos de RRHH lo tenemos claro: el reskilling es fundamental para el futuro del empleo en un entorno de constante cambio y evolución. Además, el upskilling y reskilling tienen importantes beneficios para la empresa, ya que les permite gestionar el talento adecuado internamente sin necesidad de buscarlo fuera, lo que optimiza recursos al reducir los tiempos de reclutamiento, selección de personal y onboarding.
En Intelcia, como compañía de personas y con multitud de perfiles diferentes que forman las casi 5.800 personas del equipo en España, hemos trabajado el upskilling y reskilling mediante el desarrollo e implantación de una nueva cultura corporativa adaptada a esta nueva era digital.
Para nosotros es de vital importancia capacitar a nuestros empleados para asegurarnos de que sus habilidades siguen siendo relevantes y dotarles de las mejores herramientas para alcanzar la realización profesional. Gracias a ello conseguimos cubrir internamente el 90% de las promociones. También impulsamos el upskilling profesional en nuestros clientes, como es el caso del proyecto desarrollado por nuestro hub de innovación, E-voluciona by Intelcia, para una importante empresa eléctrica con el asistente automatizado AVI, una solución digital para la gestión en atención al cliente que ha servido como reciclaje de las capacidades de los empleados de la empresa, ya que muchos de ellos no tenían un background tecnológico y han recibido formación para su implementación.
El reciclaje y la actualización de las plantillas mediante la formación potencia una cultura de empresa que hace conscientes a los empleados de la inversión que hace la organización en ellos, lo que se traduce en fidelidad, retención de talento y refuerza el employer branding. En definitiva, nos convierte en empresas dinámicas que se adaptan a los cambios con eficacia, mucho más competitivas que aquellas que no se preocupan por actualizar las competencias de sus empleados, prepararlos para nuevos puestos o para los retos de su futuro laboral.