El modelo retributivo español sigue mostrando una marcada rigidez en un contexto de escasez de talento y creciente competencia por atraer y retener a los mejores profesionales. Así lo refleja el último análisis de Hays, que revela que el 47% de los profesionales prefiere recibir su salario en 12 pagas frente al sistema tradicional de 14, elegido por un 39%, mientras que un 15% se declara indiferente.
Según Hays, esta preferencia por la estabilidad mensual refleja una evolución cultural en el ámbito laboral, especialmente entre las nuevas generaciones, que valoran más la previsibilidad de ingresos que las pagas extraordinarias puntuales. Sin embargo, esta tendencia no implica todavía un cambio estructural profundo.
“El formato de las pagas refleja un marco laboral que prioriza la seguridad y la previsibilidad, pero no necesariamente la satisfacción ni la motivación del empleado. Es momento de repensar la compensación desde una óptica más integral”, señala Óscar Cebollero, director de Perm Recruitment Services de Hays España.
Beneficios no monetarios: una oportunidad aún desaprovechada
El informe destaca que solo el 44% de las empresas españolas ofrece beneficios no monetarios, a pesar de que los profesionales los valoran cada vez más. Entre quienes cuentan con estos incentivos, el 52% se declara motivado, frente al 39% en organizaciones que no los incluyen. En el extremo opuesto, la desmotivación alcanza el 61% entre los empleados que carecen de este tipo de beneficios.
Estos programas —que pueden incluir flexibilidad horaria, teletrabajo, formación, seguros médicos o apoyo psicológico— se han consolidado como un elemento clave de satisfacción y compromiso. No obstante, su adopción avanza de forma desigual: son más comunes en grandes corporaciones, startups y multinacionales, mientras que las pymes mantienen un ritmo más lento de implementación.
“En España, la estructura retributiva sigue muy anclada al salario fijo, pero el mercado laboral está cambiando. Los profesionales buscan sentirse valorados más allá de la nómina: quieren opciones de conciliación, oportunidades de desarrollo y bienestar emocional”, explica Cebollero. “Los beneficios no monetarios ya no son un extra, sino una herramienta estratégica para atraer y fidelizar talento”, añade.
Desde Hays señalan que el futuro de la compensación pasa por modelos más flexibles, personalizados y centrados en la escucha activa del empleado. Las empresas que adopten esta visión podrán construir paquetes retributivos más relevantes y coherentes, combinando salario, bienestar y propósito.
“El talento ya no se fideliza solo con dinero. La escucha activa es la base para entender qué motiva a cada profesional y adaptar la propuesta de valor en consecuencia. Las empresas que lo hagan lograrán equipos más comprometidos, estables y satisfechos”, concluye Cebollero.