Más de la mitad (53%) de los empleados de la Generación Z manifiestan una profunda preocupación por su salud mental, en comparación con el 38% de la generación Boomer. Así lo asegura el informe Health on Demand elaborado por Mercer Marsh Benefits.
El estudio, basado en una encuesta a 1.024 empleados en España, analiza las prioridades y las preocupaciones en materia de salud y bienestar de los trabajadores. En concreto, este último informe se centra en tres áreas clave: asequibilidad, personalización y accesibilidad.
Ante el contexto actual en materia de salud, los desafíos relacionados con la asequibilidad de la atención médica siguen siendo una preocupación central. Con el aumento continuo de los costes sanitarios, los empleados están cada vez más preocupados por su seguridad financiera. De hecho, un 16% de los trabajadores con ingresos familiares altos no confía en poder afrontar gastos médicos elevados, mientras que este porcentaje aumenta al 30% entre quienes tienen ingresos familiares bajos o medios.
En este escenario, los beneficios básicos, como la cobertura de seguros, los descuentos en medicamentos recetados y las visitas rutinarias al médico, son percibidos como los más útiles por los empleados para garantizar el bienestar propio y de sus familias. La salud mental y emocional es una de las principales inquietudes, con casi la mitad de los empleados de la Generación Z (47%) preocupados por el deterioro de su bienestar psicológico o cognitivo, frente al 40% de los empleados de la generación Boomer.

Personalización y accesibilidad
Asimismo, en un entorno laboral cambiante y marcado por la incorporación de nuevas generaciones con necesidades diversas, la personalización de los beneficios se ha convertido en un pilar estratégico en la gestión del talento. Según el informe, el 72% de los empleados que pueden personalizar sus paquetes de beneficios consideran que sus organizaciones satisfacen sus necesidades, frente a solo un 25% entre aquellos que no cuentan con esta posibilidad. Esta evolución plantea una oportunidad para que las empresas españolas diseñen paquetes de beneficios más flexibles y adaptados a las expectativas de sus equipos.
Actualmente, la salud mental ocupa un lugar destacado entre las prioridades de personalización de beneficios. En España, casi cuatro de cada diez trabajadores afirman sentirse estresados diariamente en el trabajo, mientras que a nivel global este porcentaje asciende al 62%.
Para adaptarse y satisfacer las necesidades actuales de los empleados, es fundamental eliminar las barreras de accesibilidad. Los sistemas de salud en todo el mundo continúan enfrentándose a una creciente demanda y recursos limitados, lo que dificulta que los trabajadores accedan a una atención médica oportuna y de alta calidad. Como reflejo de esta situación, más de tres de cada 10 empleados han pospuesto citas médicas en los últimos dos años.
Además, los empleados se enfrentan a desafíos derivados de eventos climáticos extremos. El 74% de ellos, o sus familiares, han sido afectados por estos fenómenos, y el 41% ha tenido que asumir gastos adicionales como consecuencia directa.
“Las empresas están en un momento clave de transformación, adaptando sus paquetes de beneficios en salud para responder al impacto directo que estos tienen en la productividad y el bienestar de sus equipos. En un entorno laboral cada vez más complejo y dinámico, es fundamental comprender y atender las diversas necesidades de salud y bienestar de los empleados”, afirma Chus Caballo, directora de Salud y Riesgos en Mercer España. “La salud mental, la asequibilidad de la atención y la accesibilidad a los servicios son desafíos que afectan a todos y requieren soluciones personalizadas y flexibles para construir organizaciones sólidas”, añade.