La cultura organizacional se consolida como el motor del valor empresarial, según Gallup

La cultura organizacional se ha convertido en un factor estratégico para la sostenibilidad de las compañías. Más allá de los beneficios económicos, las empresas que priorizan el compromiso, el desarrollo profesional y un entorno humano logran retener talento, mejorar su resiliencia y fortalecer su rendimiento a largo plazo.

Un reciente informe de Gallup confirma que las organizaciones con empleados altamente comprometidos son un 23% más rentables y registran un 18% menos de rotación que aquellas con bajo compromiso. La correlación es clara: cuando las personas se sienten conectadas con los valores de la empresa, no solo aumenta su satisfacción y productividad, sino que también se genera una ventaja competitiva difícil de replicar.

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El compromiso, sin embargo, no se consigue únicamente con incentivos tangibles. Pasa por cultivar relaciones auténticas, liderazgos accesibles y oportunidades reales de crecimiento.

“Lo que nos diferencia es la manera en la que cuidamos a nuestro equipo. Queremos que cada trabajador sienta que tiene un lugar estable, con oportunidades de crecimiento y con un entorno cercano y humano”, explica Mabel Carrasco, responsable de Recursos Humanos de Grupo Moure. “La confianza, la iniciativa y el sentido de pertenencia son pilares de una cultura que permite a las compañías crecer de manera sostenible y construir entornos laborales más resilientes y eficaces”, añade.

Desarrollo profesional, la clave para la retención

La falta de oportunidades de crecimiento sigue siendo uno de los mayores riesgos de fuga de talento. El informe People@Work 2024 de Personio revela que el 47% de los trabajadores europeos abandonaría su empresa si no percibe posibilidades claras de desarrollo profesional.

Ante este escenario, la formación continua, los planes de carrera personalizados y el reconocimiento al esfuerzo se consolidan como herramientas imprescindibles para mantener equipos motivados y comprometidos.

El compromiso de los empleados no puede imponerse: surge como resultado de sentirse escuchados, valorados y apoyados en su trayectoria profesional.

“Valoramos el compromiso, la responsabilidad y la iniciativa. Consideramos que, cuando cuidamos de nuestros empleados, ellos también dan lo mejor de sí mismos. Eso es lo que nos convierte en un gran lugar para trabajar”, concluye Carrasco.