La irrupción de nuevas generaciones en el mercado laboral está redefiniendo las reglas del juego. Mientras los jóvenes priorizan la formación continua, el bienestar emocional y la salud mental, los trabajadores más veteranos se decantan por la flexibilidad horaria y el teletrabajo. El informe “Perspectivas Laborales Intergeneracionales”, elaborado por Gi Group Holding junto a BBVA y Vitaance analiza las demandas, preocupaciones y expectativas de los españoles ante un escenario laboral en plena transformación, donde el salario emocional gana peso y la fuga de talento sigue siendo una amenaza latente.

El 32% de los españoles busca empleos que les permitan mejorar sus habilidades a largo plazo, una tendencia particularmente fuerte entre los jóvenes de 18 a 24 años. Esta franja de edad también otorga gran importancia a los espacios de descanso, el bienestar emocional y los programas de salud mental.
En contraste, los trabajadores de entre 45 y 54 años priorizan la flexibilidad horaria y el teletrabajo. Además, el 37% de los empleados ha rechazado un puesto por no ofrecer beneficios más allá del sueldo, cifra que supera el 50% en el caso de los jóvenes de 25 a 34 años.
La importancia creciente del salario emocional
Cuatro de cada diez trabajadores consideran que el salario emocional es más importante que el económico. Entre los beneficios más valorados destacan la conciliación entre la vida personal y laboral (62,5%), el horario flexible y el teletrabajo (51,5%) y los días libres adicionales o permisos especiales (50,6%). A pesar de ello, a partir de los 35 años el salario económico cobra más peso, especialmente entre los mayores de 45 años. En el entorno laboral actual, aunque el salario económico sigue siendo un pilar esencial de su experiencia laboral, ya no es el único.
Por otro lado, ocho de cada diez españoles se sienten satisfechos con su trabajo, especialmente los hombres (83,1%) y los jóvenes de entre 18 y 24 años (87,1%). El 64% también valora positivamente los beneficios que recibe, siendo los más comunes la formación financiada por la empresa (57,8%), el salario competitivo (55,5%) y los días de permiso adicionales (49,9%).
Retención del talento: qué se necesita para que los empleados se queden

Los factores que harían que los trabajadores se quedaran en una empresa incluyen un salario acorde al mercado (53,3%), un mejor equilibrio entre vida personal y profesional (47,1%) y flexibilidad horaria o posibilidad de teletrabajo (41%). La estabilidad laboral es importante para casi la mitad de los españoles, aunque entre los jóvenes de 18 a 25 años solo preocupa al 5%. Las mujeres valoran más la estabilidad que los hombres, y también apuestan más por la flexibilidad y el teletrabajo.
Casi 4 de cada 10 españoles han considerado emigrar por motivos laborales. Las principales razones son un salario más alto (60,9%), una mejor calidad de vida (47,8%) y vivir una experiencia distinta (38,3%). Entre las medidas que podrían frenar esta fuga destacan los salarios competitivos, una mayor estabilidad, incentivos para emprendedores (46,4%) y más apoyo a la conciliación (43,8%).
El futuro laboral ante el avance tecnológico
Casi la mitad de los trabajadores cree que la inteligencia artificial podría sustituir muchos empleos, y un 16,5% no se siente preparado para afrontar estos cambios. La percepción de estar bien formado varía por edad: el 40,3% de los jóvenes de 25 a 34 años cree que su formación es adecuada, frente al 20% de los mayores de 55 años que la considera insuficiente.
El 50,3% de los encuestados cree que la colaboración entre empresas y administración es “buena, pero insuficiente”, y solo el 20,2% considera que la Administración actúa adecuadamente para fomentar la estabilidad y el desarrollo profesional. Las políticas más demandadas incluyen programas de empleo para mayores de 45 años, beneficios para la conciliación y medidas contra la desigualdad salarial.