El Covid ha cambiado radicalmente los procesos de registro de la jornada laboral -obligatorio desde mayo de 2019 para todas las empresas, aún en situación de teletrabajo- al provocar, en muchos casos, tener que realizarlos en remoto y sin ningún contacto físico. Ambos factores han invalidado temporalmente sistemas que requieren la presencialidad del empleado, como las tarjetas de proximidad, la huella dactilar y otros más tradicionales como los registros en papel. ¿Cómo se han adaptado las empresas a estos cambios?
La movilidad, la flexibilidad de horarios y la desconexión digital inherentes al teletrabajo y a la nueva situación derivada de la pandemia han provocado que los procesos de registro de la jornada laboral se hayan tenido que digitalizar a la fuerza para poder cumplir con dichos requisitos.
Tendencias en fichaje en remoto: el móvil gana por goleada, pero con cautela respecto a la geolocalización
De esta forma, desde que comenzó la pandemia, estamos asistiendo a un boom de los sistemas de fichaje en remoto. Los más extendidos son a través de una app móvil (con huella digital o cámara, y con posibilidad de geolocalización); el fichaje web (a través de un portal del empleado); o mediante llamada telefónica (interactuando con una locución y confirmando con un pin), aunque, en breve, se podrían sumar otras modalidades como la que apunta Carolina Barrero, Responsable de RRHH de ADH Hotels & Resorts: “Registrar el inicio de la jornada cuando se enciende el ordenador y el final de la jornada cuando se apaga el dispositivo sería un sistema muy fiable que, además, favorecería la desconexión digital”. También la realización de una fotografía al empleado en el momento de fichar, una opción aún de uso minoritario.
En cualquier caso, según indica Guayarmina Peña, Directora de Marketing y Comunicación Digital de MHP, actualmente “el móvil gana por goleada, ya que es la opción más cómoda y efectiva”. Pero hay que tener en cuenta que, en muchos casos, este sistema va acompañado de un servicio de geolocalización, que puede generar cierto rechazo por parte de los empleados. Concretamente sirve para comprobar en qué ubicación se ha realizado el fichaje y si es la informada como lugar de trabajo (el domicilio, las instalaciones de un cliente, un viaje de trabajo…). Tal como apunta Miguel Fresneda, CEO de Woffu, este recurso puede ser muy valioso para las empresas que prefieren que los empleados trabajen desde un lugar y/o centro de trabajo específico.
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El reportaje incluye una entrevista a Marcelo Dos Reis, CEO de SPEC, en la que asegura: ‘El reconocimiento facial es ideal para la época del Covid porque es la única tecnología que cumple el protocolo vigente para ingresar a los recintos. Pero creo que, cuando superemos esta crisis, si bien algunas empresas continuarán utilizando sus lectores faciales, otras volverán a solicitar la huella digital o evolucionarán a la palma de la mano. Esta última tecnología es también sin contacto -como la facial-, pero impide que alguien pueda fichar de forma involuntaria o por error, sólo con pasar por delante del lector. El empleado tiene que colaborar mostrando su palma de la mano’.
(El reportaje completo se puede leer EN EL NÚMERO 5 DE LA REVISTA FACTOR HUMANO)