La Guía del Mercado Laboral 2025 elaborada por Hays pone de manifiesto que el 93% de las empresas del sector industrial enfrenta dificultades para cubrir puestos clave. Entre las principales causas se encuentran la escasez de relevo generacional, estructuras salariales poco atractivas y una desconexión persistente entre la formación académica y las necesidades reales del mercado. Sin embargo, los expertos coinciden en señalar un desafío aún mayor: la percepción social de la industria.
A pesar de estar inmersa en una profunda transformación tecnológica –impulsada por la digitalización, la sostenibilidad y la automatización– y de seguir siendo uno de los pilares fundamentales de la economía nacional, el sector continúa siendo visto como algo anclado en el pasado. Este desfase entre la evolución real de la industria y la imagen que proyecta constituye una barrera significativa para atraer nuevo talento y garantizar su competitividad a largo plazo.
“Debemos modernizar la percepción del sector. Hoy, la innovación está en el corazón de los procesos industriales y necesitamos comunicarlo mejor para atraer nuevos perfiles”, destaca Imma Martínez, Key Account Director de Hays.
En este sentido, el 70% de las empresas industriales en España ya ha implementado tecnologías avanzadas vinculadas a la Industria 4.0 (sensores IoT, plataformas de análisis de datos, sistemas conectados en tiempo real), al igual que elementos de IA, que están automatizando tareas repetitivas, optimizando el mantenimiento predictivo y rediseñando puestos de trabajo.
Y, sin embargo, esta revolución silenciosa no está calando en la opinión pública ni entre los jóvenes profesionales. “La industria necesita contar mejor su historia: mostrar que hoy es sinónimo de sostenibilidad, tecnología, impacto y propósito”, comenta Martínez.
Nuevas prioridades del talento industrial
En 2025, los perfiles más demandados por las empresas industriales están directamente relacionados con la mejora de la eficiencia operativa, la sostenibilidad y el mantenimiento inteligente. Entre los roles con mayor proyección destacan los responsables de producción, directores de operaciones, técnicos de mantenimiento (tanto eléctricos como mecánicos), y especialistas en prevención de riesgos y medioambiente. Estos profesionales son clave para asegurar la continuidad y competitividad de las organizaciones en un entorno cada vez más automatizado y exigente.
Pero atraer y retener este talento también exige comprender sus nuevas prioridades. El buen clima laboral se ha posicionado como el aspecto más valorado por los profesionales del sector, reflejando una necesidad creciente de relaciones laborales sanas, colaboración efectiva y respeto mutuo. Este componente humano se consolida como un pilar esencial para la motivación y la fidelización del equipo.
Además, beneficios como la flexibilidad horaria, días de vacaciones adicionales o las oportunidades reales de desarrollo profesional ganan peso en la toma de decisiones. Aunque la presencialidad sigue siendo la norma en gran parte del sector, solo el 37% de los profesionales estaría dispuesto a aceptar un empleo 100% presencial sin condiciones. En este contexto, la flexibilidad –aunque limitada por las características operativas de muchas funciones industriales– emerge como un valor diferencial al alza.