La empresa Alsa tiene como objetivo convertirse en el empleador de referencia en el sector de la movilidad. Para ello, se está apoyando en generar un entorno más inclusivo y rediseñar su comunicación interna y su propuesta de valor al empleado, potenciando la movilidad interna. Además, está trabajando para hacer frente al reto de la escasez de personal de conducción, incorporando, por ejemplo, profesionales de otros sectores, o potenciando la integración de mujeres y de jóvenes.
En el último número de la revista Factor Humano, entrevistamos a Ruth Hernández, Directora de Personas y Cultura de Alsa.
El departamento de Personas y Cultura de Alsa se encuentra sumido en plena transformación. ¿A qué se debe?
Cuando me incorporé a la compañía a principios de este año, Alsa estaba envuelta en un proceso de cambio que había comenzado en 2021. En dicho año, la matriz de la empresa, el grupo inglés National Express, lanzó ‘Evolve’, la nueva estrategia que redefine la misión y la visión de la organización con el objetivo de convertirse en el mejor operador de movilidad.
Para lograrlo, el grupo ha fijado, entre otras, tres palancas: ser un empleador de referencia, potenciar aún más la internacionalización de la empresa -hemos empezado a tener operaciones en Portugal y estamos ahora mismo con licitaciones potentes en la zona de Middle East y Europa-, y continuar con la diversificación del negocio -recientemente hemos incorporado el transporte sanitario, la movilidad en bicicleta y un catamarán turístico en Santander-. Todo esto ha provocado que en el departamento de Personas nos hayamos tenido que adaptar.
Además, también estamos pendientes de la actual guerra por el talento y del proceso conocido como “La Gran Dimisión” que está viviendo EEUU. Aunque es cierto que hoy en día no tenemos problemas de contratación para personal de estructura, contamos con el hándicap de la gran escasez de conductores. Por eso, creemos que tenemos que adaptar nuestras políticas y procesos para adaptar y retener talento.
Por último, también hemos visto la necesidad de redefinir muchos de los programas del propio departamento de Personas y Cultura con el fin de modernizarlos y que sigan siendo igual de eficaces.
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(La entrevista completa se puede leer EN EL NÚMERO 10 DE LA REVISTA FACTOR HUMANO)