El teletrabajo, que experimentó un auge sin precedentes durante la pandemia, está sufriendo un retroceso significativo en 2024. De acuerdo con el II Estudio Pluxee de Retos y Tendencias en RRHH, un 58% de las empresas ha optado por volver a un modelo completamente presencial, revirtiendo en gran medida las políticas de flexibilidad laboral que habían ganado terreno en años anteriores.
Este cambio ocurre pese a que muchas organizaciones siguen reconociendo los beneficios del teletrabajo. Según el estudio, el 90% de las empresas afirma que el trabajo remoto tiene un impacto positivo en la conciliación de la vida personal y laboral de los empleados. Sin embargo, el regreso al modelo presencial parece estar motivado por preocupaciones relacionadas con la dinámica interna de las empresas. Un 60% de las compañías señala que el teletrabajo ha afectado de forma negativa tanto la comunicación entre empleados como la cohesión de la cultura corporativa.
El auge del modelo híbrido
Aunque el teletrabajo está en retroceso, el modelo híbrido ha logrado mantenerse en un 41% de las empresas. Bajo esta modalidad, muchos trabajadores acuden a la oficina entre 2 y 3 días a la semana, combinando lo mejor de ambos mundos: la interacción social y la flexibilidad. No obstante, el equilibrio no es fácil de alcanzar, ya que las expectativas de los empleados no siempre coinciden con las políticas de las empresas.
Según los datos del estudio, un 62% de los trabajadores prefiere el modelo híbrido, lo que revela una desconexión entre las preferencias del personal y las decisiones empresariales. Esta divergencia se refleja en el creciente descontento laboral: más de la mitad de los empleados (52%) se declara insatisfecho con su actual modalidad de trabajo.
La conciliación, una prioridad para los empleados
Uno de los mayores problemas que genera el retorno al trabajo presencial es la dificultad para conciliar la vida profesional con la personal. De hecho, el 72% de los empleados identifica este aspecto como una de sus principales preocupaciones. El teletrabajo, durante su crecimiento, facilitó que muchos profesionales pudieran gestionar de forma más eficiente sus responsabilidades familiares y personales, algo que parece estar en riesgo con la vuelta a la oficina.
El futuro del trabajo
El estudio de Pluxee revela que el debate sobre la mejor manera de organizar el trabajo está lejos de concluir. Las empresas buscan equilibrar la productividad, la cohesión interna y la satisfacción del personal, pero la transición no ha sido fácil. El modelo 100% presencial parece haber resurgido como una solución para algunos problemas organizativos, pero, al mismo tiempo, plantea desafíos importantes para la retención y motivación de los empleados.
El próximo año será clave para observar cómo evolucionan las tendencias laborales, y si las empresas serán capaces de adaptarse a las demandas de flexibilidad que siguen estando en la mente de la mayoría de los trabajadores. El reto para muchas organizaciones será encontrar el punto medio que permita conciliar las necesidades operativas con las expectativas de sus equipos.