La farmacéutica alemana Boehringer Ingelheim ha rediseñado su edificio corporativo de Sant Cugat del Vallès (Barcelona) aumentando hasta un 70% los espacios abiertos, fomentando la colaboración e interacción entre sus empleados e integrando su bienestar.
Boehringer Ingelheim España ha remodelado el edificio corporativo de su sede central en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), que acoge a más de 700 colaboradores, creando salas y espacios abiertos que potencian la flexibilidad y colaboración.
El rediseño, además, potencia que las personas que forman parte de la compañía se sumerjan en los valores y en el propósito de la farmacéutica: transformar la vida de personas y animales de generaciones presentes y futuras.
En este sentido, a través de elementos personalizados, cada sala plasma los valores y filosofía de la compañía, además de una historia inspirada en personas reales, que reflejan las distintas áreas en las que la compañía innova para desarrollar soluciones terapéuticas.
Olga Salomó, directora de RRHH de la firma, ha señalado: “Con esta remodelación, que representa la transformación de la cultura corporativa de Boehringer Ingelheim, perseguimos mejorar las relaciones interpersonales e involucrar a todos los colaboradores y colaboradoras -que es como nos gusta referirnos a nuestros empleados-, como agentes activos de nuestras oficinas. La nueva organización de los espacios es afín a nuestra modalidad flexible de trabajo, a través de la que promovemos el empoderamiento para la libre elección del empleo presencial, híbrido y remoto, y así favorecer la conciliación de la vida laboral, personal y familiar de nuestros equipos”.
A este respecto, Boehringer Ingelheim fomenta con estas nuevas oficinas las relaciones entre personas, la eliminación de jerarquías, el trabajo en equipo y, en consecuencia, una mayor colaboración y flexibilidad. Todo ello se ha conseguido a través de la creación de distintos espacios que, si algo tienen en común, es el entorno diverso, colaborativo, abierto y pensando en el bienestar de las personas. Para potenciar la interacción y la comunicación entre los líderes y sus equipos de manera continua, una de las medidas es que ningún líder cuenta con despacho.
De este modo, se han eliminado los sitios individuales y ampliado los de colaboración en un 73%, divididos en áreas de colaboración formal (24%) con salas de reuniones; colaboración informal (14%) con zonas que potencian de un modo inspiracional el sentimiento participativo -así como como la “sala de yoga” o la “sala creatividad”, entre otras-. Además de espacios abiertos con sofás que potencian el diálogo; zonas comunitarias (10%), como la cocina -que simula la de un hogar para que los empleados se sientan como en casa-, o la terraza; puntos de soporte técnico (10%) y, por último, espacios destinados a la circulación (20%). La compañía también ha pensado en espacios de silencio, como por ejemplo la biblioteca, donde sus empleados pueden acceder si necesitan trabajar de forma individualizada.
El 27% de la superficie útil restante, la compañía la destina a espacios individuales que, como indica Salomó, potencian la flexibilidad de las personas: “Nos organizamos por departamentos para tener las áreas localizadas, pero cada empleado escoge libremente los puntos de trabajo que desea ocupar los días que acude presencialmente a la oficina. Hemos eliminado las mesas individuales e implementado el sistema de asiento libre para que cada colaborador reserve las zonas colaborativas cuando las necesita, en función del momento en el que las quiera utilizar”.
El proyecto ha contemplado la remodelación de 4.305,52 metros cuadrados repartidos en cuatro plantas, que ha contado en todo momento con la opinión e involucración de los empleados para construir esta nueva filosofía de forma conjunta.
Comprometidos con la sostenibilidad
Como parte del compromiso de la farmacéutica hacia una mayor sostenibilidad, el edificio corporativo de Boehringer Ingelheim en España ha recibido la certificación energética LEED Gold. Como consecuencia, los criterios que rigen dicho reconocimiento han sido un requisito fundamental a la hora de realizar esta remodelación.
En este sentido, el total de materiales empleados para la reestructuración de las oficinas centrales cumple con los criterios para garantizar la optimización de la energía, el consumo responsable del agua y la gestión eficiente de los residuos.
Del mismo modo, el 90% del mobiliario está compuesto por materiales reciclados y de base ecológica, algunos de ellos procedentes de fuentes sostenibles certificadas por instituciones relevantes en el cuidado del planeta como el Forest Stewardship Council (FSC), e instaladas para optimizar la utilización de los equipamientos. Además, se han eliminado las papeleras de todas las mesas, fomentando espacios de recogida de materiales para motivar el reciclaje, y se han reducido a más de la mitad las impresoras, minimizando también el uso del papel.