La formación interna de los equipos se ha convertido en una estrategia cada vez más utilizada por las compañías para preservar el talento interno. Odilo destaca cinco aspectos esenciales a tener en cuenta a la hora de implantar una política de formación continua en cualquier compañía.
La alta competencia en un mercado cambiante influye de manera directa en las expectativas laborales de los empleados. Aunque muchos directivos aún se centran en la búsqueda de talento externo o en implementar otro tipo de beneficios para retener a su personal, está emergiendo una tercera vía: la creación de talento interno a través de la formación continua. Desarrollar y nutrir las habilidades de los empleados actuales, adaptándolas a las necesidades específicas de la empresa, asegura que estén equipados para enfrentar los retos presentes y futuros.
Bajo este nuevo paradigma, Odilo, la edtech española especializada en crear ecosistemas de Aprendizaje Ilimitado, desvela cinco claves fundamentales para que las empresas desarrollen talento apto para enfrentar los desafíos actuales y futuros:
Promover la cultura de formación continua
En un entorno donde las habilidades y conocimientos necesarios para el éxito cambian constantemente, es crucial que las empresas promuevan una cultura de formación continua. Esto significa ofrecer oportunidades regulares de aprendizaje y fomentar un ambiente en el que el crecimiento profesional sea visto como una parte integral del trabajo diario. Este enfoque impacta directamente en la fidelización del talento, ya que los empleados valoran enormemente las oportunidades de desarrollo dentro de la organización.
Personalizar el aprendizaje para maximizar el impacto
No todos los empleados aprenden de la misma manera, por lo que personalizar la experiencia de formación es esencial para maximizar su impacto. Adaptar los programas de formación a las necesidades, intereses y estilos de aprendizaje individuales permite a los empleados adquirir conocimientos de manera más efectiva y significativa.
Integrar tecnología avanzada para potenciar la formación
La tecnología avanzada, como la Inteligencia Artificial (IA) o el análisis de datos en tiempo real, ha transformado la manera en la que se diseñan e implementan los programas de formación. Estas herramientas permiten personalizar el contenido y ajustar continuamente los programas en función de las necesidades emergentes y los resultados alcanzados.
«La tecnología es un facilitador clave en la creación de programas de formación efectivos. Esto no solo mejora la experiencia de aprendizaje, sino que también asegura que los empleados estén adquiriendo las habilidades que realmente necesitan para su desarrollo profesional», explica Iván López, VP Corporate Global Sales de Odilo.
Medir y analizar para mejorar continuamente
En cualquier estrategia de formación, la capacidad de medir y analizar el progreso es fundamental. Sin una medición adecuada, es imposible identificar qué aspectos del programa están funcionando bien y cuáles necesitan ajustes. El análisis en tiempo real permite a las empresas obtener una comprensión clara de cómo los empleados están interactuando con los recursos de formación, qué contenido es más efectivo y dónde existen lagunas en el aprendizaje.
Fomentar la retención del talento a través del desarrollo profesional
Cuando los empleados ven que su empleador está comprometido con su crecimiento y desarrollo, se sienten más valorados y leales a la organización. Esto reduce significativamente la rotación de personal, un factor clave para mantener la estabilidad y el conocimiento institucional dentro de la empresa.