Empresas líderes como BBVA, Heineken, Teva y Avon comienzan su andadura en el mundo de los videojuegos corporativos con un objetivo claro: mejorar el rendimiento de sus profesionales.
Crear experiencias virtuales que permitan sacar a sus profesionales de la zona de confort. Esto es lo que se han propuesto varias empresas del Ibex 35 para incrementar las habilidades y competencias de las personas que conforman sus plantillas.
Los procesos de gamificación están en auge dentro del mundo empresarial. Esta técnica de aprendizaje/desarrollo traslada la mecánica de los videojuegos al ámbito profesional con el fin de conseguir mejores resultados, ya sea para que sus participantes adquieran unos conocimientos concretos, o para que desarrollen alguna habilidad, entre otros muchos objetivos.
A modo de ejemplo, Psicosoft, consultora española de RRHH, ha diseñado soluciones de gamificación para empresas como Heineken, para la que creó un escape room online a modo de onboarding. En este juego corporativo, la ficticia Doctora Beer se convertía en la anfitriona que guiaba a los nuevos profesionales a resolver todos los enigmas propuestos y que, al mismo tiempo, estos pudiesen familiarizarse y conocer toda la historia y esencia de la empresa cervecera holandesa.
La consultora también ha diseñado un videojuego para BBVA que tenía como objetivo concienciar a sus profesionales sobre la importancia de la ciberseguridad en todos los procesos laborales. El videojuego se ambientó en un mundo vikingo y resultó ser un éxito absoluto para la empresa, que mejoró sus prestaciones a nivel de seguridad informática.
Además, Psicosoft también ha dinamizado una reunión de ciclo virtual con la farmacéutica Teva con más de 130 delegados empleando un escape room en remoto. En este caso, los participantes avanzan a lo largo de una serie de habitaciones, conducidos por la figura de un ‘GameMaster’ resolviendo enigmas y compitiendo por ser los primeros en el ranking”. Para el mes de diciembre, la consultora tiene previsto gamificar diferentes eventos navideños digitales, como el de Avon de España y Portugal.
La empresa invierte en cada solución una media de 1.000 horas en conceptualización, diseño instruccional, diseño gráfico, programación y pruebas.