Las competencias están ganando protagonismo frente a los estudios académicos en la gestión del talento, según revela un estudio de SAP. Este informe destaca que el 70% de las decisiones sobre personal deberían centrarse en las competencias de los trabajadores, relegando a un segundo plano factores tradicionales como la formación académica o los cargos anteriores.
El estudio, realizado por SAP SuccessFactors Market Insights con la participación de 2.269 empleados a nivel global, incluyendo España, señala que los trabajadores prefieren que sus empresas prioricen las competencias en las prácticas de recursos humanos. De hecho, una abrumadora mayoría (88%) valora positivamente esta forma de tomar decisiones. Además, el enfoque en las competencias aumenta la motivación para adquirir y desarrollar nuevas habilidades, como lo menciona el 58% de los encuestados, potencia el deseo de mejorar las competencias actuales (52%) y eleva el rendimiento laboral (51%).
Entre las ventajas de gestionar el talento basándose en competencias, se destacan tres aspectos clave:
- Asignación eficiente del talento: Asegura que las personas más capacitadas ocupen los puestos adecuados.
- Decisiones equitativas y transparentes: Favorece la justicia y claridad en los procesos de selección y promoción.
- Mayor motivación y rendimiento: Los empleados se sienten más motivados y productivos cuando sus habilidades son reconocidas.
La adopción de un enfoque centrado en competencias como estrategia es esencial para que las organizaciones mantengan su competitividad y eficiencia en el mercado actual. Existen diversos enfoques para integrar las competencias en la gestión de talento, adaptados a diferentes roles y necesidades organizacionales:
- Competencias implícitas: Aplicado en roles que exigen títulos o certificaciones específicas, como abogados o pilotos, donde las competencias clave son muy especializadas y se entrenan desde el inicio.
- Competencias incluidas: En posiciones como directivos, ventas o desarrollo de productos, donde las competencias técnicas se combinan con criterios tradicionales, como la experiencia previa.
- Dirigido por competencias: Ideal para áreas como marketing, operaciones y atención al cliente, donde las decisiones se basan en una mezcla de competencias técnicas y profesionales.
- Basado en competencias: Adecuado para funciones como recursos humanos, TI, administración y finanzas, donde las decisiones se fundamentan en las habilidades demostradas, sin requerir una formación específica.