Por Francisco Ribeiro, country manager de MANPOWERGROUP
El mundo está inmerso en un proceso acelerado de cambios como el creciente despliegue de la inteligencia artificial, los conflictos internacionales, la transición verde o la entrada de la Generación Z en las organizaciones. Estos y otros elementos tienen un impacto directo en las empresas y sus equipos, ya que redefinen la cultura corporativa, renuevan el catálogo de skills necesarias y obligan a las compañías a revisar sus propias estrategias de producción.
En ManpowerGroup somos expertos en talento y, como tal, llevamos más de 10 años analizando el mercado y sintetizando las principales tendencias que afectan a organizaciones y profesionales. Articulamos estos movimientos en torno a cuatro fuerzas clave: los cambios demográficos, los avances tecnológicos, los motores de competitividad y las preferencias individuales. Y es, precisamente, la convergencia de estas fuerzas la que ha desencadenado un proceso que hace colisionar la innovación y la capacidad de adaptación.
Este contexto complejo y cambiante exige también que los profesionales de los RRHH estemos muy atentos al impacto de estas variaciones en nuestras organizaciones para asegurarnos de que nuestras estrategias son capaces de atraer, fidelizar y desarrollar el talento que necesitamos para garantizar nuestra competitividad. 2024 es, más que nunca, el año de la adaptación. Necesitamos calma para analizar un escenario complejo, y coraje para hacer los cambios necesarios de los que emerja un mercado del empleo más moderno y sostenible.
Según se apunta en el informe “2024, el año de la adaptación”, la creatividad, la colaboración y la flexibilidad se perfilan como fundamentales para un futuro del empleo próspero, que pasa, necesariamente, por la sostenibilidad, la digitalización y la automatización. En definitiva, apoyar lo mejor del talento humano en una tecnología cada vez más potente.
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(El artículo completo se puede leer EN EL NÚMERO 16 DE LA REVISTA FACTOR HUMANO)