La generación Z está lista para cambiar las reglas sobre cómo las empresas atraemos y fidelizamos al talento

Por Loles Sala, directora de Personas y Cultura de MANPOWERGROUP

Crear y cuidar a los mejores equipos posibles ha sido, es y será fundamental para mantener la competitividad de cualquier organización. Lo que va cambiando a lo largo del tiempo es el cómo podemos atraer y fidelizar al talento que necesitamos. Y este es un reto de especial relevancia en un momento en el que 8 de cada 10 empresas españolas dicen tener serios problemas para incorporar los perfiles que necesitan.

Nuestro mundo está sumido en un proceso constante de cambio y, a medida que avanzan los años, ese cambio se produce de manera cada vez más rápida. Como es lógico, el mercado del empleo no es ajeno a esta evolución y los profesionales de RRHH deben, debemos, hacer un seguimiento exhaustivo de esas variaciones para poder anticiparnos y, así, mantener y potenciar la competitividad de nuestras empresas.

Además, como sociedad global, tenemos por delante algunos retos críticos que tienen un impacto más o menos directo en el mercado del talento, como abordar el cambio climático u ofrecer a cada vez a más personas empleos dignos. Y los profesionales no son ajenos a estas cuestiones: les importa el éxito y el desarrollo de sus carreras, pero también se preocupan por la acción climática y la promoción de oportunidades para todos.

En ManpowerGroup somos conscientes de la importancia que tiene realizar un seguimiento de estas tendencias y analizar su impacto en el corto y el medio plazo. Por eso, le hemos preguntado a 21.000 expertos de la gestión de personas y profesionales en activo (repartidos en ocho países, entre los que estaba España) para entender hacia dónde nos movemos. El resultado es un informe que lleva por título ‘The New Human Age’ y en el que la principal conclusión que podemos extraer es el papel clave que aún ocupamos las personas en la productividad de las empresas. La digitalización ha llegado a todas las industrias, pero la tecnología, más que sustituirnos a los profesionales, debe impulsar nuestro rendimiento.

 

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(El artículo completo se puede leer EN EL NÚMERO 12 DE LA REVISTA FACTOR HUMANO)

 

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