Por Ferran Piñol, CEO de NEYTUM
Hasta el año 2000, toda la formación era presencial, no se concebía de otro modo. Experimentábamos con el e-learning, pero poco más. Entre 2001 y 2008 el e-learning y las plataformas tuvieron mucho desarrollo, grandes proyectos (en tiempo e inversión) enfocados a unos colectivos concretos que ayudaron mucho a empezar a crear una nueva cultura de la formación, más allá de la presencialidad, pero con muchas limitaciones. En agosto del 2008, entramos en una nueva realidad financiera con una inversión limitada y buscamos nuevas metodologías, intentando obtener los mejores resultados con la menor inversión posible, y la creatividad permitió desarrollar el e-learning a través de motores. En ese momento surgieron las primeras “herramientas de autor” y seguimos creando cultura. Aun así, la formación presencial seguía representando más del 80%. Tras unos años de evolución y creatividad, llegó marzo del 2020 y con la pandemia empezó una nueva historia en la formación.
De marzo a julio del 2020, toda la formación pasó a ser e-learning y empezamos a utilizar herramientas como el aula virtual o el webinar. Con esta nueva modalidad observamos las grandes diferencias entre hacer formación presencial y realizarla a través de una pantalla, lo que nos hizo plantearnos nuevas herramientas para intentar acercarnos a los resultados de la formación presencial. Este reto nos costó mucho, pero lo conseguimos. Desde septiembre de 2020 hasta prácticamente junio de 2022, toda la formación que realizamos desde Neytum fue e-learning y aula virtual, ya que las restricciones sanitarias hacían que la formación presencial fuera muy complicada. Fueron 2 años en los que conseguimos evolucionar productos, metodologías y manera de hacer, consiguiendo en ese tiempo lo que estaba previsto en cinco años o incluso en 10.
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(El artículo completo se puede leer EN EL NÚMERO 12 DE LA REVISTA FACTOR HUMANO)