El teletrabajo se consolida como fórmula. Cerca del 15% de los empleados españoles utiliza el teletrabajo de forma regular para cumplir con sus obligaciones laborales, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del cierre de 2024.
Más concretamente, el 14,6% de los empleados españoles teletrabajan, la cifra más elevada de los últimos tres años y sólo superada en la época de los confinamientos. Desde finales de 2021 y a medida que las restricciones provocadas por el Covid-19 se fueron levantando, la tendencia a teletrabajar no solo no ha disminuido, sino que se ha incrementado.
“Los nuevos modelos de trabajo híbridos están consolidándose en España y en el resto de los países desarrollados como consecuencia de una demanda por parte de los empleados de implementar medidas que faciliten la conciliación entre la vida laboral y la personal”, señala Oriol Mas, director general de Randstad Enterprise.
Antes del estallido de la pandemia del Covid-19, el teletrabajo tenía una presencia marginal entre los empleados y, en 2019, menos del 5% de los ocupados trabajaban desde casa más de la mitad de los días.
En un entorno laboral en constante cambio, las prioridades de los trabajadores han cambiado, según el último Informe Workmonitor de Randstad, que analiza las tendencias y demandas laborales en 35 países, incluido España. El informe revela que el 53% de los empleados estaría dispuesto a renunciar a su trabajo si éste le impidiera disfrutar de su vida personal, mientras que el 39,2% haría lo mismo si sus peticiones de flexibilidad no fueran atendidas.
Mayor productividad
A pesar de que algunas compañías han comenzado a abogar por la presencialidad, basándose en la consolidación de los valores corporativos y una mayor colaboración, el 81% de los candidatos en España considera que el teletrabajo impacta positivamente en su productividad.
Así lo indica el último Candidate Pulse de Page Personnel. El informe revela que, aunque el trabajo remoto es percibido como un beneficio clave por los candidatos, su impacto no es uniforme. Mientras que la mayoría de los encuestados destaca mejoras en la concentración, la gestión del tiempo, la salud mental y la conciliación, algunos grupos encuentran desafíos en aspectos como el desarrollo profesional y la conexión con los equipos.
«Un modelo híbrido permite a los empleados una mejor organización de su vida personal y esa flexibilidad se traduce al final en mayor bienestar y productividad. A su vez ir a la oficina ciertos días facilita la conexión con los compañeros y la cultura de la empresa. Solo es cuestión de planificarse, aprovechando los días en esos espacios comunes para centrarse en el trabajo en equipo y los de teletrabajo para concentrarse en tareas individuales», explica Jaime Asnai González, Director General de PageGroup España y Portugal.