En el marco del proceso de transición energética, Repsol está apostando por estrategias de reskilling para su plantilla, por la incorporación de nuevo talento con enfoque en la diversidad de género y de edad, y por fomentar la movilidad interna -casi el 14% de la plantilla experimentó algún proceso de este tipo en 2023- y las promociones -alrededor del 15% de los empleados asciende cada año-. Todo ello, bajo el propósito de ser una compañía data driven, un objetivo que le está llevando a procesar todas las variables relacionadas con la gestión de talento en clave analítica.
En el último número de la revista Factor Humano, entrevistamos a Enrique Fernández, head of Talent & Culture de Repsol.
¿Cómo se materializa la misión de la empresa desde el área de Talento?
La empresa está inmersa en un proceso de transformación muy relevante de nuestro portafolio, nuestros modelos de negocio y nuestras fuentes de ventaja competitiva. Esto está en gran medida asociado a la transición energética, pero también a la irrupción de otros grandes cambios, como pueden ser la digitalización o las nuevas formas de trabajo.
Con el fin de abordar de manera exitosa esta transformación, necesitamos disponer más que nunca de un talento que cuente con las capacidades necesarias para este nuevo escenario de transición energética (carburante sostenible a partir de biomasa, hidrógeno, etc.) para mantener un liderazgo como profesionales y como compañía acorde a esta nueva situación. Necesitamos que nuestro talento tenga una motivación relevante y un elevado nivel de compromiso para abordar este cambio que nos va a sacar fuera de nuestra zona histórica de confort.
Por eso, debemos potenciar nuestro actual modelo de desarrollo y gestión del talento, intentar acercarlo a las mejores prácticas y que sea consistente entre lo que los negocios piden y el talento que tenemos. Para conseguir esto, va a ser fundamental la capacitación general y la involucración activa de todos los líderes y del talento top. Además, con el fin de acelerar el cambio necesitaremos ayudarnos de diferentes tecnologías digitales.
¿Y cómo están logrando que la plantilla ad quiera estas nuevas capacidades que necesita la empresa?
Uno de los grandes elementos que nos diferencia de los demás players de nuestro sector es que tenemos claro que el cambio del modelo energético debe ir en paralelo a una transformación de nuestro modelo de compañía. Así, este último tiene que responder al trilema de la transición energética: la sostenibilidad ambiental, la sostenibilidad económica y la soberanía energética. Eso quiere decir que, en el futuro, la energía debe ser descarbonizada (ahora mismo el negocio de Repsol está 100% concentrado en lograr nuestro compromiso de ser una compañía cero emisiones netas en 2050); razonablemente asequible, y que podamos disponer de ella cuando lo necesitemos. Y todo esto supone un reto a nivel ingeniería, intelectual y tecnológico.
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(La entrevista completa se puede leer EN EL NÚMERO 16 DE LA REVISTA FACTOR HUMANO)