Gracias a las nuevas modalidades de trabajo híbrido como el teletrabajo, las empresas pueden reducir entre un 20% y un 25% los m2 necesarios en el lugar de trabajo, según asegura Steelcase, multinacional especializada en la transformación de espacios corporativos.
Esta reducción del espacio está permitiendo a las empresas reubicarse en edificios más céntricos y con mejores servicios, lo que posibilita la atracción de los empleados a la oficina y facilita la incorporación de nuevo talento.
Esta tendencia se aprecia, sobre todo, en la disponibilidad, prácticamente inexistente, de oficinas de medio y gran tamaño en los centros de Madrid y Barcelona. Además, los precios del alquiler en las zonas premium continúan al alza, situándose por encima de los 30€ por m2 en la capital y en torno a los 26€ por m2 en la ciudad condal.
Según una investigación elaborada por Logitech y Appinnio, en 2023 más del 60% de las empresas tendrán implantado un modelo de trabajo híbrido, siendo la opción más recurrente la de tres días en la oficina y dos en casa. Esta cifra va en línea con los datos de Eurostat que aseguran que un 24% de la población europea dispone de teletrabajo.
De esta forma, muchas empresas están aprovechando la coyuntura socioeconómica para rediseñar su estrategia de Real Estate y evolucionar su forma de trabajar a través de una transformación de sus espacios de trabajo.
Una nueva pirámide de necesidades en el trabajo
Ante esta situación, las organizaciones y diseñadores deben ser conscientes de la necesidad de crear una experiencia completa y holística para que el lugar de trabajo merezca la pena para las personas. La investigación reciente de Steelcase, titulada «Una nueva pirámide de necesidades en el trabajo«, concluye que un enfoque más humano en el diseño del espacio de trabajo puede mejorar la satisfacción de los empleados y, por lo tanto, la productividad.
Este estudio revela que la necesidad más fundamental de las compañías es ayudar a las personas a realizar su trabajo de una forma más eficiente de lo que podrían hacerlo en casa, por lo que proporcionarles la mejor tecnología, herramientas y espacios es clave para mejorar su rendimiento.
Otro de los puntos que resalta la investigación es que, tras la pandemia, las personas necesitan espacios diseñados intencionadamente para ayudarles a establecer relaciones y conexiones emocionales. Esto, a su vez, elimina las barreras a la cooperación, construye la cohesión del equipo e influye en los demás para avanzar en el trabajo.
Por último, el estudio pone de manifiesto que las personas precisan participar en actividades que alineen sus valores con los de los demás. Participar en procesos colectivos, como proyectos de voluntariado, celebraciones culturales e hitos personales, es lo que da sentido al trabajo y, a su vez, fomenta el sentimiento de comunidad dentro de las empresas.