Banco Sabadell ha comunicado a los sindicatos su intención de iniciar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que incluirá un mecanismo de prejubilación, de bajas incentivadas y un plan social de recolocación.
Este ERE se produce después de que, a finales de 2020, la entidad anunciara la salida de alrededor de 1.800 empleados, una medida que se materializó en el primer trimestre de este año, con un plan de bajas voluntarias, casi en su totalidad prejubilaciones.
El nuevo ERE es una reestructuración ya anunciada por la entidad como una de las medidas para reducir costes. En concreto, durante la presentación de su plan estratégico 2021-2023, el consejero delegado de Sabadell, César González-Bueno, apuntó a la necesidad de buscar la rentabilidad del banco por todas las vías, incluyendo la reestructuración de personal, con el objetivo de reducir 100 millones en costes.
En los comentarios sobre este plan estratégico en el informe correspondiente a los resultados del primer semestre del año, la entidad señala que continuará con su esfuerzo en la contención y reducción de costes derivados de la transformación del modelo de negocio, la automatización y la simplificación de procesos. Así, prevé alcanzar una base de coste de 2.900 millones de euros en 2023, tras llevar a cabo un plan de eficiencia en España y Reino Unido. Con este plan, Banco Sabadell espera ganar cerca de 700 millones de euros en 2023 y conseguir una rentabilidad sobre capital tangible (ROTE) por encima del 6% al término de aplicación del mismo.
Está prevista una reunión entre los sindicatos y la empresa para conocer el alcance de la medida tanto en cifras como a nivel geográfico y el calendario previsto.