Garantizar el equilibrio entre la vida laboral y personal sigue siendo una asignatura pendiente en las empresas españolas. El 51% no piensa reforzar la conciliación y el bienestar físico y emocional de sus empleados con nuevas medidas tras la crisis sanitaria, según el estudio ‘Retos de las empresas españolas en la era Covid-19’ de Sodexo.
Actualmente, uno de los principales problemas para muchos empleados es la sensación de estar siempre trabajando, situación que se ha agravado a causa de las largas jornadas de teletrabajo. Según el estudio de Sodexo ‘Retos de las empresas españolas en la era Covid-19’, el 94% de las empresas ha implementado o tenía implementado el teletrabajo a causa de la crisis sanitaria y para el 36% de las empresas les está siendo difícil mitigar la hiperconectividad que están sufriendo los empleados a causa del trabajo en remoto. Las jornadas de teletrabajo que se alargan en casa y la imposibilidad de desconectar hacen más complicado conciliar la vida personal y laboral de los trabajadores.
Es importante que las empresas dediquen esfuerzos en desarrollar e implementar políticas de conciliación. De hecho, según datos de Sodexo, el 90% de los empleados aseguran querer pasar más tiempo con su familia. Ante esta situación, Sodexo Beneficios e Incentivos analiza las consecuencias que pueden tener en los empleados no lograr conciliar, el impacto que puede suponer en la empresa y qué medidas se pueden implementar para solucionarlo.
1. Consecuencias de no conciliar para los empleados. Si la conciliación ya era una tarea pendiente en las empresas antes de la pandemia del Covid-19, ahora lo es aún más, ya que la crisis sanitaria ha complicado este problema en las organizaciones. De hecho, según datos de Sodexo, debido al teletrabajo el 54% de las empresas españolas señala que la conciliación de los empleados con hijos es uno de los factores que más está les está costando solventar. No lograr un equilibrio entre el trabajo y las necesidades personales puede suponer un problema real tanto para el bienestar del empleado como para la empresa. Una de las principales consecuencias que puede implicar la ‘no conciliación’ en los trabajadores es el estrés. Una mala conciliación puede tener un gran impacto en el bienestar de los empleados, ya que, en ocasiones, muchos de los problemas personales son producto de la incompatibilidad de horarios y la sobrecarga laboral.
3. Medidas para poner en práctica. Las empresas pueden llevar a cabo diferentes acciones con el fin de ayudar a los empleados a lograr una conciliación entre su vida laboral y personal. En ocasiones, el equilibrio depende de numerosas variables externas como el volumen de trabajo o la distancia al trabajo. En este sentido, una de las principales tareas conciliadoras que deben realizar las empresas es la organización del equipo y del tiempo de trabajo, ya que, de esta forma, ayudan a los empleados a finalizar su jornada con el trabajo realizado para que puedan desconectar una vez que llegan a sus hogares. Aparte de buscar una mejor organización, se pueden implementar otras acciones como, por ejemplo, la flexibilidad de horarios para que el trabajador tenga libertad y pueda cumplir con sus obligaciones personales y trabajar en el momento en que se encuentre más productivo. Además, las empresas también pueden ofrecer servicios que ayuden a la conciliación, como beneficios sociales o Retribución Flexible, es decir, la empresa puede proporcionar servicios destinados a satisfacer las necesidades personales del empleado que pueden verse perjudicadas por el trabajo como, por ejemplo, el problema del cuidado de los hijos que puede solucionarse con los cheques guardería o el tema de la comida, que puede resolverse ofreciendo las tarjetas restaurante.