Ante la inminente llegada de la nueva reforma laboral -actualmente aún en fase de negociación-, hablamos con el equipo Laboral del despacho de abogados Ceca Magán sobre las posibles medidas que podría incluir y sobre cómo pueden ir preparándose los departamentos de RRHH.
Estamos cerca de contar con una nueva reforma laboral. ¿Qué medidas tendría que incluir para ser un acierto y no un fracaso tanto para los empleados como para las empresas?
Enrique Ceca: Lo principal es que no debería legislar en contra de nadie, ni de los empresarios ni de los trabajadores, sino a favor del mercado de trabajo. En nuestro país, siempre hemos tenido poca flexibilidad tanto para contratar como para despedir. Los países con un mayor nivel de empleabilidad son precisamente los que tienen más flexibilidad en las relaciones laborales. Pero, en mi opinión, creo que, con esta nueva normativa, vamos a ganar en rigidez, lo que va a provocar que, cuando un empresario tenga que contratar, se lo pensará dos veces. Si mejoramos la flexibilidad, aumentando los derechos laborales todo lo que se pueda, estaremos avanzando hacia un progreso económico y social.
¿Cuáles son los temas incluidos en el borrador que más preocupan a los Directores de RRHH?
Ana Gómez: A la vista del borrador, entre los temas que más consultas creemos que van a generar está la contratación, porque cambia totalmente el panorama, no sólo por la reducción de tipos de contratos, sino por la complejidad de hacer un contrato temporal válido y las consecuencias de hacerlo incorrectamente. La reforma afectará mucho también a los convenios colectivos de empresa y a las medidas de flexibilidad interna, es decir, a la posibilidad que tienen las empresas de modificar sus condiciones de trabajo en caso de tener dificultades, algo que, en el borrador, se plantea de una manera completamente distinta y compleja.
¿Quién será el principal beneficiado de la eliminación de la prevalencia actual del convenio de empresa frente a los sectoriales?
EC: Lo que potencia la reforma es la figura de los sindicatos más representativos de cada uno de los sectores, en detrimento de la representación unitaria de las empresas. Parece que el convenio colectivo de empresa tiene menos valor o formalidad que el sectorial, pero eso no es cierto. Yo creo que pretender cambiar las reglas de juego a mitad de partido va a generar muchísimas dificultades para empresas de determinados sectores que son intensivos en mano de obra.
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(La entrevista completa se puede leer EN EL NÚMERO 7 DE LA REVISTA FACTOR HUMANO)