La vuelta de vacaciones está marcada por la adaptación a la rutina de trabajo y el regreso a la presencialidad laboral. Garantizar la seguridad de los profesionales, consensuar su regreso y facilitar la incorporación del nuevo talento son algunas de las medidas a tener en cuenta, según Sodexo Beneficios e Incentivos.
Tradicionalmente, septiembre es el mes en el que la mayoría de los empleados se reincorporan a sus puestos de trabajo tras las vacaciones, un momento que se vuelve complicado para algunos profesionales que pueden llegar a padecer el síndrome posvacacional, un trastorno que se manifiesta con falta de energía, desgana o ansiedad.
Además, este año, aún marcado por los efectos de la pandemia, las próximas semanas también van a suponer para muchos la vuelta al trabajo presencial. Ambas situaciones se dan en un contexto en el que los hábitos de trabajo y las necesidades de los empleados han cambiado después de la prolongación del teletrabajo o del trabajo híbrido.
Según un reciente estudio publicado por Indeed sobre la opinión de los trabajadores en cuanto al regreso a la oficina, un 51% de los profesionales está de acuerdo con la vuelta al trabajo presencial y un 58% tiene ganas de reunirse con los compañeros. Sin embargo, un 71% reconoce estar preocupado por los riesgos de la Covid-19. Un sentimiento similar al contemplado por el CIS en cuanto a los efectos y consecuencias del coronavirus, el cual señala que el 79% de los españoles siente malestar al no saber qué le puede suceder a su familia.
Ante esta situación de incertidumbre, en la que la vuelta de vacaciones se va a sumar al regreso a la presencialidad laboral, Sodexo Beneficios e Incentivos aporta algunos consejos para que las empresas ayuden al empleado en este proceso:
- Continuar garantizando la seguridad. Ante una crisis sanitaria como la que estamos viviendo, es primordial que las empresas continúen asegurando la salud de sus empleados, tal como lo han hecho hasta ahora. La tranquilidad de los trabajadores es fundamental para un buen rendimiento, por lo que, además de tomar y poner a su disposición todas las medidas de prevención pertinentes (limpieza y desinfección de las instalaciones, ventilación adecuada al espacio de trabajo, cumplir con las distancias de seguridad o proporcionar jabón y geles hidroalcohólicos homologados, entre otras), es necesario comunicar la política de seguridad de manera clara para que los empleados recuerden que se encuentran en un lugar de trabajo seguro.
- Consensuar la vuelta. Gestionar y organizar el retorno de manera consensuada supone implicar a los empleados en el diseño del plan de reincorporación, a la vez que permite a las empresas conocer sus recelos. También es recomendable que la empresa se anticipe a posibles contingencias aportando soluciones propias como son establecer grupos burbuja, organizar la presencialidad por equipos de trabajo o hacer turnos de comidas cuando se trabaje en la oficina.
- Volver a mitad de semana. Es frecuente que las vacaciones se prolonguen en semanas completas y, que, tras el periodo de descanso, la reincorporación se produzca un lunes. Para facilitar la adaptación y evitar un cambio tan drástico teniendo que afrontar cinco días de trabajo tras la desconexión estival, a la hora de organizar las vacaciones los departamentos de RRHH pueden contemplar la posibilidad de que los empleados que así lo deseen regresen a mitad de semana, una opción que permite acostumbrarse a la rutina de una manera más paulatina.
- El valor de la flexibilidad. Desde la irrupción de la pandemia, tanto profesionales como empresas han demostrado una gran capacidad de resiliencia ante una situación tan inesperada. Esto ha llevado a crear nuevas rutinas de trabajo en las que la confianza y la flexibilidad han sido muy importantes, por lo que, a la hora de planificar la vuelta al trabajo presencial, estas capacidades han de tenerse en cuenta por el nivel de motivación que aportan a la plantilla.
- Favorecer la conciliación. En los últimos meses, el equilibrio entre vida laboral y profesional ha sido uno de los mayores retos para empresas y profesionales. Además, es un aspecto cada vez más valorado entre los profesionales, como constata el estudio Randstad Employer Brand Research 2021, en el que se señala a la conciliación como el factor que más se tiene en cuenta a la hora de cambiar de trabajo, después del salario.
- Facilitar la incorporación de los nuevos empleados. Desde el inicio de la pandemia, en muchas plantillas se han unido trabajadores que aún no conocen físicamente a sus compañeros, por lo que facilitar su incorporación al equipo es fundamental para afianzar su compromiso con la compañía. Según refleja un estudio de Gallup, los equipos comprometidos obtienen un rendimiento un 21% más alto que aquellos que no lo están. El momento de la comida propicia los encuentros informales entre los compañeros que permiten conocerse más.
- Fomentar una vuelta saludable. Para muchas personas el año empieza en septiembre, con la sensación de iniciar una nueva etapa tras la vuelta de vacaciones. La realización de actividad física reduce la tensión que la reincorporación puede provocar, la cual puede verse acentuada en un momento al que se suma el regreso al trabajo presencial. Además de los beneficios personales que aporta, también tiene efectos positivos en el trabajo. Para facilitar esta práctica, las empresas pueden poner a disposición de los empleados un catálogo de gimnasios o programas wellness a los que puedan asistir.