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En este proceso de adaptación a la «nueva normalidad», es fundamental que las compañías se anticipen a posibles crisis generadas por nuevos rebrotes a la vuelta del verano, elaborando planes de contingencia que definan posibles escenarios con el fin de poder llevar a cabo protocolos de actuación estratégicos.
En este nuevo contexto, la agencia 3AW, de la mano de su CEO, Miguel Ángel Rodríguez Caveda, ha preparado un decálogo con las buenas prácticas para realizar un plan de contingencia:
- Identificar los problemas o situaciones de riesgo de la compañía y las posibles soluciones.
- Planificar las actividades empresariales, concretando su alcance, las fases y estrategias a llevar a cabo, así como los grupos de trabajo, los roles y responsabilidades, recursos y objetivos.
- Determinar las estrategias y documentar el plan de contingencia y los planes derivados. Para ello, es imprescindible identificar los aspectos o áreas de la compañía más importantes para la continuación del negocio, puesto que las estrategias deben centrarse en esto, principalmente.
- Realizar las pruebas y ensayos necesarios del plan de contingencia. El objetivo es comprobar su correcto funcionamiento, puesto que, en caso contrario, el plan debe ser modificado.
- Asegurarse de que la oficina cumple con las medidas sanitarias imprescindibles con el fin de asegurar la salud de los empleados y, si es necesario, adaptar los puestos de trabajo o apostar por el teletrabajo, que se debe instaurar como herramienta para agilizar y optimizar las relaciones profesionales.
- Formar e informar al personal sobre las medidas de prevención específicas relacionadas con el Covid-19. Es fundamental que la empresa se preocupe por ellos y les muestre su preocupación para generar una mayor proximidad emocional.
- Transmitir tranquilidad tanto a clientes como a empleados. Resulta necesario transmitir un mensaje claro y mantener la calma en las situaciones más difíciles, con el fin de que se sientan informados y apoyados en todo momento.
- Estar preparado para modificar el horario con el fin de disminuir la presencia de personas trabajando al mismo tiempo. El plan tendrá que incluir metodologías para combinar el trabajo presencial con el remoto en el caso de que no sea posible mantener la distancia de 1,5 metros.
- Garantizar el teletrabajo de las personas con síntomas o aquellos que pertenezcan al grupo de riesgo.
- Dotar del material sanitario necesario a los trabajadores. Mascarillas y gel hidroalcohólico son claves para evitar una posible propagación del virus.