Productividad y bienestar, binomio clave para el éxito de la reducción de jornada

España afronta un año de cambios, sobre todo en materia laboral con la entrada en vigor de nuevas normativas este 2025, como la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales y el registro horario 100% digital. Ambas modificaciones, sumadas al derecho a la desconexión digital, fueron aprobadas en el Consejo de Ministros, a modo de Anteproyecto de Ley, el pasado 4 de febrero. En las próximas semanas, el texto debería llegar al Congreso de los Diputados para su debate y aprobación final.

Ilustracion registro jornada laboralLa norma busca equilibrar el bienestar de los trabajadores con la productividad empresarial, pero también plantea retos importantes para las organizaciones, más allá de su actividad económica. En este sentido, Andrea Febrero, People Partner en TalentÁrea, señala que el impacto dependerá de la capacidad de adaptación de cada empresa. “La reducción de la jornada laboral puede mejorar la productividad al aumentar la eficiencia y el bienestar de los trabajadores, aunque en algunos sectores podría implicar una mayor inversión inicial o la necesidad de reorganizar turnos y procesos”, explica. De este modo, empresas que ya han implementado estrategias de bienestar y digitalización estarán en mejor posición para adaptarse al cambio.

Por su parte, Javier Rodríguez Pérez, Counsel en Ontier España, se muestra “bastante escéptico” sobre si la medida realmente servirá para incrementar la productividad en términos generales, “pues ello dependerá de condicionantes como el perfil de cada persona trabajadora y del tamaño y sector de la empresa”. Añade, además, que “puede suponer un importante sacrificio en la organización en empresas de pequeña dimensión y con horarios de atención al público o a clientes”. Este es uno de los puntos más conflictivos de la norma y el que hace que su futuro sea incierto de cara a su paso por la Cámara Baja. Junts aún no ha dado su visto bueno al Anteproyecto al mostrarse “preocupados” por su impacto en las PyMES. En este sentido, Trabajo propuso durante las negociaciones con las patronales un plan de acompañamiento para estas empresas en el que estaban reflejadas bonificaciones a la contratación y ayudas directas para facilitar la transición.

Los diferentes actores coinciden en que la reducción de jornada puede tener un impacto positivo a nivel social y de conciliación, e incluso reducir los niveles de absentismo. Para Giulia Miazzo, Head of People and Fulfillment en PayFit, dependerá de la optimización de los procesos. “El éxito de esta medida dependerá de la capacidad de las empresas para adaptarse mediante estrategias de eficiencia operativa y gestión del talento”, precisa.

Adaptación de las empresas y gestión del talento

Los nuevos requisitos en materia de reducción de jornada y control horario no solo suponen un desafío, sino también una oportunidad para que las empresas revisen sus modelos organizativos y refuercen su cultura corporativa. La gestión de recursos humanos será clave para adaptarse a las nuevas normativas sin impactar en la productividad. Aquellas organizaciones que integren eficiencia operativa, bienestar del talento y flexibilidad serán las mejor posicionadas en este nuevo escenario laboral.

Para Andrea Febrero, una mayor inversión en formación “será una apuesta segura para aquellas empresas que necesiten potenciar habilidades clave en menos tiempo”. Sin embargo, añade que la clave será trabajar en la experiencia del empleado y en fomentar una cultura de bienestar, que fomente la confianza, la autonomía y el compromiso en las personas. “Los modelos híbridos son un ejemplo de medidas que permiten la conciliación entre la vida personal y profesional y que cada vez más trabajadores/as demandan, también cada vez son más las empresas que invierten en estrategias de prevención del estrés y agotamiento laboral”, destaca. Por último, “será clave la revisión y rediseño de estructuras de trabajo para evitar la sobrecarga por acumulación de tareas y la implementación de planes estratégicos centrados en el bienestar y la comunicación interna para asegurar una transición eficiente”, añade.

Aunque los cambios suponen retos importantes, también ofrecen la posibilidad de evolucionar hacia modelos de trabajo más competitivos, en los que la flexibilidad se ha convertido en una estrategia esencial: el mercado demanda cada vez más una cultura organizacional basada en objetivos y resultados, en lugar de medir únicamente el tiempo de presencia en el puesto. “En un momento clave de continua transformación como el actual es absolutamente estratégico para el mejor posicionamiento de las empresas contar con un asesoramiento especializado en materia laboral, no solo correctivo sino también preventivo, para así poder afrontar con las mayores garantías posibles las transformaciones y adaptaciones necesarias para el pleno cumplimiento de la nueva normativa”, apunta Rodríguez Pérez.

Nueva normativa sobre control horario en las empresas en España

Por otro lado, la nueva normativa también obligará a todas las empresas a establecer un sistema digital de registro de jornada accesible de forma remota y en tiempo real. Desde el punto de vista legal, la nueva normativa refuerza la obligación de las empresas de garantizar un registro preciso de la jornada laboral, lo que podría derivar en sanciones en caso de incumplimiento. Esto implica que las empresas deben adaptar sus sistemas de gestión de recursos humanos y asegurarse de que el registro de jornada sea accesible y verificable en cualquier momento por las autoridades laborales.

Para Javier Rodríguez Pérez, supone un avance en el proceso de transformación digital de las empresas, así como un medio más objetivo para computar y registrar la jornada de trabajo. Sin embargo, aún existes compañías, especialmente PyMES, que siguen utilizando medios tradicionales para registrar la jornada, lo que genera incidencias y problemáticas diversas. “En todo caso, el mayor reto que deben afrontar los departamentos de gestión de talento es hacer un control y seguimiento de la información derivada de los registros horarios a la hora de detectar posibles ineficiencias, incumplimientos e incluso situación de abuso por parte de las propias personas trabajadoras», afirma el Counsel de Ontier.

Impacto financiero: Cómo ajustar los esquemas de Compensación y Beneficios

Uno de los puntos más debatidos del anteproyecto es el impacto financiero que puede generar en las empresas tanto la reducción de jornada como la implementación de sistemas de control horario (en aquellas organizaciones que aún no lo tengan), todo ello, sin afectar los salarios.

Los departamentos de RRHH y más concretamente, las áreas de C&B, tienen sobre la mesa una cuestión importante: ¿Qué ajustes en los esquemas de compensación y beneficios considerar para equilibrar los costes laborales adicionales? “Una opción sería rediseñar los paquetes de incentivos, enfocándose en productividad y desempeño en lugar de horas trabajadas. También podrían explorar esquemas de trabajo flexible o híbrido, lo que podría reducir costes operativos y de infraestructura”, apunta Giulia Miazzo. 

En cuanto a la contratación de personal, la reducción de jornada podría generar la necesidad de más empleados en ciertos sectores, especialmente aquellos que requieren una cobertura de horas extendidas, como el comercio, la salud o la atención al cliente. Para la directiva de Payfit, “la capacidad de las empresas para aumentar su plantilla dependerá de su margen financiero. En algunos casos, podríamos ver un incremento en la contratación a tiempo parcial para cubrir la diferencia horaria sin aumentar significativamente los costes laborales”.

La nueva normativa sobre el registro de jornada digital y reducción de jornada marca un hito en materia de regulación laboral y la digitalización empresarial. A pesar de los desafíos operativos y económicos que pueda implicar su implementación, el uso de herramientas tecnológicas adecuadas puede facilitar la transición, garantizando el cumplimiento normativo y mejorando la eficiencia en la gestión del tiempo de trabajo. “Las empresas más estratégicas en gestión de personas y con una cultura abierta al cambio podrán ajustarse con mayor facilidad, optimizando su eficiencia sin necesidad de asumir grandes costos”, precisa Andrea Febrero.

 

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