El 30% de los empleos en los países de la OCDE sufrirá modificaciones y uno de cada siete trabajos actuales directamente desaparecerá. Es una de las conclusiones del informe “Flexibility at Work” elaborado por Randstad, que analiza las principales tendencias en el ámbito laboral y sus perspectivas de cara al futuro.
Según dicho estudio, la influencia de las nuevas tecnologías en nuestro trabajo, impulsada por las necesidades del teletrabajo, será determinante una vez salgamos del confinamiento. Randstad Research prevé la evolución de muchas formas de trabajo, de tal modo que en los países de la OCDE, el 30% de los empleos se modificarán mientras uno de cada siete trabajos actuales directamente desaparecerá.
Otro de los impactos que la digitalización tendrá en el mundo del empleo será la aparición y diversificación de nuevos regímenes de trabajo, más allá de los empleos fijos a tiempo completo. De este modo, otras formas contractuales aumentarán su presencia, como el trabajo a tiempo parcial, el empleo a través de ETT, autónomos, etc. La tendencia de estas nuevas formas de trabajo se está acelerando, ya que, por ejemplo, en EE.UU. han pasado del 10,7% al 15% entre 2005 y 2015.
Y dentro de estos cambios de tendencia, otro nuevo modo de trabajo que destaca el informe es la economía gig, basada en pequeñas tareas o encargos que se pueden llevar a cabo a través de plataformas digitales. El uso de estas herramientas ha experimentado un crecimiento del 30% entre 2016 y 2019 en todo el mundo y ya es la principal fuente de ingresos para el 2% de los adultos de la Unión Europea. Los profesionales destacan la flexibilidad y la conciliación que estas nuevas formas de trabajo ofrecen, aunque están encontrando oposición en algunas regulaciones laborales.
“El teletrabajo no va a ser el único avance tecnológico obligado que nos va a traer la pandemia. La automatización va a ver crecer su protagonismo por la importancia de evitar aglomeraciones, lo cual, lejos de amenazar al empleo, va a generar nuevas oportunidades. Para los profesionales interesados en aprovecharlas, es recomendable seguir de cerca la evolución del mercado laboral y apostar por la formación continua”, explica Valentín Bote, director de Randstad Research.
Cambio de tendencia en el mundo del empleo
El estudio señala que el avance de las nuevas tecnologías está generando nuevos puestos de trabajo de perfiles disruptivos, en tres áreas fundamentales. Por un lado, los trabajos fronterizos, que implican producir, instalar, mantener y desplegar directamente tecnologías nuevas. Son, por ejemplo, los trabajos relacionados con la integración de robots en los procesos productivos o la optimización de motores de búsqueda.
Otra área de actividad dinamizada por la tecnología son los denominados trabajos de última milla. Se trata de tareas prácticamente automatizadas que aún necesitan de la intervención de un profesional, como la entrada de datos o los etiquetadores de contenido.
Por último, el trabajo “para los ricos” es aquel tipo de empleo que nace por el incremento de ingresos y de poder adquisitivo entre los perfiles tecnológicos. Se trata de profesiones que, en ocasiones, ya existían, pero diariamente surgen nuevas ocupaciones derivadas de necesidades de la sociedad.
Desafíos de cara al futuro
El estudio llevado a cabo por Randstad destaca varios desafíos para el futuro del mercado laboral. A pesar de la importancia de la tecnología en la economía actual, más del 25% de las grandes empresas de la OCDE están teniendo dificultades para encontrar determinados perfiles tecnológicos.
Este déficit de talento tecnológico se une a una organización del mercado laboral arcaica, donde se hace evidente la necesidad de que las estructuras institucionales se adapten al crecimiento de las nuevas formas de trabajo, permitiendo así flexibilidad y libertad de movimiento. En este sentido, es necesario revitalizar el diálogo social, en especial con el objetivo de pulsar la opinión de trabajadores de la economía gig para así concretar los mejores modos para su desarrollo.
Por último, Randstad destaca la necesidad de aumentar el esfuerzo e inversión para desarrollar las habilidades de los trabajadores, ya que la economía actual está precisando cada vez más de perfiles transversales y que sepan adaptarse a las necesidades que el empleador pueda tener en cada momento.
El impacto de la robotización en la sociedad
La robotización no se queda fuera de esta ecuación. El estudio de Randstad destaca que la adquisición de robots ha experimentado a nivel mundial un crecimiento promedio del 16% al año en la última década. De hecho, en España hay 157 robots industriales en fábricas por cada 10.000 trabajadores, lo que se traduce en una tasa de robotización del 1,57%, por delante de la media europea (1,06%) y de países como Francia (1,37%), Suiza (1,29%), o China (0,97%).
A la cabeza del ranking de países donde la robotización está más presente, se encuentran Corea del Sur (7,10%), Singapur (6,58%), Alemania (3,22%), Japón (3,08%), Suecia (2,40%), Dinamarca (2,30%) y Estados Unidos (2%).
Obviamente, la influencia de la tecnología en todos los sectores económicos también influye en la gestión del talento. De hecho, el 96% de los profesionales de RRHH considera que la inteligencia artificial permite mejorar la adquisición y retención del talento.
Si quieres descargarte el informe completo, lo puedes hacer en este enlace.