Los planes de pensiones se han consolidado como una herramienta práctica y eficaz para garantizar los beneficios sociales de la empresa y empleados, habiendo dejado de operar en los últimos años únicamente como una garantía social y convirtiéndose en una parte clave, y con mucho futuro, de los sistemas de retribución flexible de la empresa. En este artículo, Enrique Ceca y Blanca Liñán, socio director y directora del departamento Laboral de Ceca Magán Abogados, respectivamente, abordan los atractivos de incluir los planes de pensiones como parte del sistema de retribución.
A través de estos planes, se constituye un sistema de previsión donde la empresa actúa como promotora del plan de pensiones y el trabajador como partícipe. De este modo, las empresas contribuyen al ahorro de los trabajadores y les permiten complementar una futura situación de desempleo, incapacidad y/o jubilación, concediendo, a su vez, que tanto empresa como trabajador se beneficien de incentivos y deducciones fiscales, así como reducciones en Seguridad Social.
La Ley 12/2022, de 30 de junio, de regulación para el impulso de los planes de pensiones de empleo ha brindado una serie de beneficios para las empresas, estableciendo mejoras en los incentivos fiscales para las aportaciones y contribuciones a los planes de pensiones, permitiendo a las empresas deducirse el 10% de la cuota íntegra del Impuesto de Sociedades, así como la posibilidad de reducir la cuota empresarial a la Seguridad Social.
De igual modo, dicha ley introdujo la obligación para las empresas de negociar, y en su caso acordar, con los representantes legales de las personas trabajadoras los planes de pensiones, incentivando la negociación colectiva de planes de pensiones de carácter sectorial, lo cual siempre supone un importante reto para las empresas.
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(El artículo completo se puede leer EN EL NÚMERO 16 DE LA REVISTA FACTOR HUMANO)