Factor Humano entrevistó a Isaac Vitini, Director General de RRHH de ING en España y Portugal, con motivo del reportaje publicado en el número 7 de la Revista Factor Humano sobre las políticas de desconexión digital.
¿Qué proceso siguieron para definir la política de desconexión digital de la empresa y cuándo lo llevaron a cabo?
La desconexión digital va intrínseca en nuestro modelo de trabajo 100% libre que implantamos en junio de 2020 siguiendo la manera en la que entendemos el servicio a nuestros clientes, desde la flexibilidad y la libertad para elegir aquello que mejor se ajusta a las necesidades de cada empleado y sin ataduras. De esta forma, construimos una forma de trabajar pionera testando varios programas piloto, analizando todo el feedback recibido y contando con la Representación Legal de los Trabajadores. La mayoría de los profesionales coincidieron en que el mejor modelo era aquel que permitía elegir sin porcentajes ni días fijos, y que posibilitaba trabajar indistintamente desde casa o desde la oficina, teniendo en cuenta las necesidades personales y profesionales de cada uno. Lo hicimos realidad y, además, lo acompañamos de una serie de medidas que facilitaran el día a día y que suman al bienestar de los profesionales. Entre estas medidas se encuentra la desconexión digital, que pretende fomentar la eficiencia y la eficacia en la gestión de los tiempos de trabajo.
¿Cómo materializaron los acuerdos de desconexión con los empleados?
Nuestra política de desconexión digital es fruto de un ejercicio conjunto que finalmente cristalizó en un acuerdo con los Representantes de los Trabajadores. Todo ello desde el consenso de conseguir una cultura organizativa del trabajo cada vez más racional frente a prácticas que imposibilitan una correcta conciliación de la vida personal y profesional.
¿Qué prácticas incluye dicha política, a cuántos empleados va dirigida y de qué categoría?
Todos los profesionales del banco se benefician de este modelo de trabajo a excepción de las oficinas comerciales por la propia naturaleza de su trabajo. Además de la propia política de desconexión fuera del horario laboral, la hemos complementado con una serie de medidas que fomentan esta desconexión digital: la flexibilidad horaria de entrada y salida, la limitación del horario para reuniones entre las 10h y las 16h y la recomendación de que sean de un máximo de 45 minutos. Este conjunto de medidas refuerza la idea de una cultura organizativa centrada en el empleado y que repercuta positivamente en los clientes.
¿Llevan a cabo alguna acción de sensibilización y/o formación con los empleados para concienciarles sobre este tema?
Mantenemos una comunicación fluida con los profesionales para poner en valor la importancia del bienestar en la jornada laboral y estamos reforzando el liderazgo, una de las esferas principales para poner énfasis en que los líderes de la organización sean conscientes de la importancia del bienestar de los equipos. La realidad es que, para nosotros, el nuevo modelo de trabajo no ha supuesto un gran cambio sino más bien una evolución natural de nuestra cultura. En 2018 dimos un gran salto y nos convertimos en una organización ágil con el objetivo de contar con equipos autónomos que fuesen capaces de entregar valor al cliente de una manera rápida. En esta transformación la autonomía, responsabilidad y colaboración han sido las palancas fundamentales que, además, nos han permitido seguir evolucionando.
¿Su política de desconexión digital incluye la posibilidad de imponer alguna sanción en caso de incumplimiento?
Nos gusta más trabajar en el fomento de la flexibilidad y en la responsabilidad de los equipos a la hora de cumplir con los acuerdos a los que como equipo hemos llegado.
¿Qué beneficios considera que traen consigo estas prácticas para el empleado?
Estas prácticas son clave para el bienestar de los profesionales y para que considere que desempeña su trabajo en ‘un buen lugar’. A lo largo de los años, otros factores como el salario o las vacaciones han sido determinantes a la hora de elegir un trabajo, pero en el contexto actual, además incentivado por la situación que hemos vivido por pandemia, los profesionales valoran trabajar en un entorno agradable y que les ayude a mejorar su calidad de vida.
¿Cuál ha sido la acogida por parte de los empleados a estas iniciativas?
El equipo ha recogido de manera muy satisfactoria el nuevo modelo al que le ponen una nota de 9,1 sobre 10 en la última encuesta de ‘compromiso’. Además, gracias a esa flexibilidad, la mitad de las personas que tenían reducción de jornada han vuelto a trabajar en jornada completa. Cuando testamos el modelo vimos que los empleados prefieren tener un balance entre ir a la oficina y teletrabajar; y es lo que estamos viendo ahora. Esa posibilidad de elegir libremente está generando mayor compromiso por parte de los profesionales y todo eso repercute en el buen servicio que ofrecemos a nuestros clientes.
¿Cómo han adaptado esta política de desconexión digital a la nueva situación tras la pandemia?
Nosotros testamos esta medida de desconexión digital antes de pandemia mediante las diferentes pruebas piloto con nuestros profesionales y lo implantamos en plena pandemia, por lo que no ha supuesto un gran cambio. Además, llevamos muchos años con flexibilidad horaria de entrada y de salida, lo que ha facilitado que la integración del nuevo modelo de trabajo se haga de forma natural.
¿Cómo compaginan estas prácticas con el registro horario?
Nuestro modelo de trabajo es flexible pero no es incompatible con el registro de la jornada. Cumplimos con la normativa relacionada con el registro de jornada independientemente de dónde se lleve a cabo. Hemos implementado una aplicación desde la que los empleados registran su jornada.
¿Tienen previsto incorporar alguna medida más de este tipo en los próximos meses?
Nuestro modelo de trabajo está en continua evolución y desde el equipo de RRHH siempre estamos trabajando para ofrecer lo mejor a los profesionales. En esta línea, no sólo hemos adaptado nuestra forma de trabajar al nuevo contexto, sino también todo aquello relacionado con el desarrollo y la formación de cada profesional. Hemos extrapolado la flexibilidad a nuestros modelos de aprendizaje permitiendo a las personas formarse en cualquier lugar y en cualquier momento, dejando que ellos decidan cuándo y dónde. Seguiremos trabajando para que gestión de las personas y flexibilidad vayan de la mano.
(Puedes leer el reportaje completo sobre las políticas de DESCONEXIÓN DIGITAL en el número 7 de la revista Factor Humano)