Planificación, descansos o aprender a delegar, entre las claves para combatir el estrés laboral

El estrés laboral puede incrementar el riesgo de presentar problemas de salud graves como alteraciones cardiacas, dolor severo de espalda, depresión o problemas en el sistema inmunitario.

El trabajo se ha revelado como una fuente importante de estrés en los últimos años. Aunque el estrés se trata de una reacción natural del organismo, cuando se da en exceso se puede convertir en un estado que dificulta la vida diaria afectando de manera directa a la salud tanto física como mental.

En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconocía en 2019 oficialmente como enfermedad al estrés laboral entendiendo éste como un problema colectivo y no individual, ya que afecta a trabajadores de cualquier profesión. No sólo tiene efectos sobre la salud, sino que también influye directamente en la productividad disminuyendo el rendimiento e incrementando en muchos casos el absentismo laboral.

“El estrés laboral es una sintomatología que se deriva de la gestión del área laboral ya sea porque cueste desconectar del trabajo, por la cantidad de horas que se realizan o por problemas en los equipos de trabajo, y esto, acaba repercutiendo negativamente en la salud física y mental. Por ello, es importante identificar las causas y las herramientas para prevenirlo y detectarlo”, afirma Raquel Velasco, psicóloga de BluaU de Sanitas.

Sufrir este tipo de estrés incrementa el riesgo de presentar problemas de salud como problemas cardiovasculares, presión arterial alta, contracturas musculares, estados de ánimo bajos, problemas digestivos e incluso problemas bucodentales.

“La irritabilidad, el insomnio, los dolores de cabeza, la taquicardia o la fatiga física son algunos de los síntomas más frecuentes del estrés. Estas manifestaciones físicas se confunden en muchas ocasiones con otras patologías y, aunque no revisten gravedad, es importante tratarlas desde el plano psicológico y emocional para prevenir o disminuir la aparición de esas señales desagradables de estrés e ir al origen de la problemática.” añade Raquel Velasco del Castillo.

Por ello, los expertos de Sanitas ofrecen algunos consejos para aprender a manejar el estrés laboral:

  • Localizar la fuente de estrés laboral para uno mismo y que, en cada caso particular, puede ser distinta. Para esto, se recomienda escribir un diario en el que recoger los momentos con sintomatología de estrés más significativa y explorar a qué están asociadas.

 

  • Crear un entorno de trabajo en el que sentirse cómodo. El lugar en el que se trabaja es muy importante y puede ser uno de los focos de estrés.

 

  • Aprender a delegar las tareas que podamos y repartir las responsabilidades.

 

  • Tener tiempo para descansar y poner límites. Para una buena salud mental y un buen rendimiento es necesario hacer pausas durante las jornadas y establecer nuestro calendario de vacaciones y salidas de trabajo.

 

  • Aprender a manejar los síntomas del estrés a través de ejercicios como pueden ser la meditación, el deporte o la relajación.

 

  • Consultar con un profesional. En caso de que la situación empeore y se vuelva incontrolable es preciso visitar a un experto psicólogo que pueda desarrollar un tratamiento adaptado a cada caso.

 

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