La falta de flexibilidad en el entorno laboral genera en los empleados estrés y una falta de conciliación, lo que afecta su bienestar y productividad y puede, en algunos casos, llevar a bajas laborales. Según un estudio elaborado por la consultora Hays, el 33% de los trabajadores en España consideraría cambiar de empleo si se viera obligado a regresar a un modelo laboral totalmente presencial.
El pasado año, se registraron en España 600.000 bajas laborales relacionadas con problemas de estrés y salud mental, según los datos del INE. Esta cifra representa un coste económico considerable ya que la duración de estas bajas es de 111 días de media, lo que afecta directamente a la productividad y el clima laboral.
Desde Qaizzen, startup especializada en soporte psicológico para organizaciones, destacan que la flexibilidad horaria y el teletrabajo debe integrarse parte del conocido como «salario emocional», un conjunto de beneficios no económicos que satisface las necesidades de conciliación y bienestar de los empleados. Destacan que las empresas que han adoptado jornadas flexibles reportan una disminución en los niveles de agotamiento, mayor satisfacción laboral y una notable reducción en las bajas laborales relacionadas con el estrés y la salud mental. Desde la startup proponen diferentes consejos:
- Promover la desconexión digital: La flexibilidad no sirve de mucho si no se acompaña de políticas que permitan desconectar fuera del horario laboral. Apagar el móvil de trabajo o dejar de lado los correos tras la jornada ayuda a prevenir el agotamiento y a que los empleados encuentren un equilibrio sano entre su trabajo y su vida personal, lo que reduce el estrés y mejora su actitud ante los retos del día a día.
- Establecer objetivos claros: Para que los horarios flexibles funcionen, es fundamental dejar claro qué se espera de cada empleado. Tener metas bien definidas y fáciles de medir les permite gestionar el tiempo, sin sobrecargas ni malentendidos.
- Fomentar conexión y apoyo: La flexibilidad puede hacer que algunos trabajadores se sientan desconectados del equipo. Por ello, es muy positivo que las empresas cuenten con plataformas como Qaizzen, que facilitan espacios para charlar, compartir y escuchar de la mano de psicólogos colegiados, lo que permite detectar problemas de salud mental antes de que impacten en su rendimiento.
- Aprender a gestionar el tiempo: Ofrecer herramientas para organizar tareas y autogestionarse es esencial en entornos flexibles. Además, los responsables deben aprender a liderar sin recurrir a horarios rígidos, manteniendo una dinámica que empodere a los empleados a trabajar de manera autónoma.
- Evaluar y adaptarse: Recoger opiniones constantes del equipo es clave para ajustar las políticas de flexibilidad y asegurarse de que realmente los trabajadores están satisfechos con el modelo híbrido: cuidar el bienestar de los empleados a la vez que se cumplen los objetivos de la empresa.
Para Jesús Montilla, fundador y CEO de Qaizzen, “el absentismo laboral está estrechamente relacionado con la falta de flexibilidad horaria. En el contexto pospandémico, donde la conciliación entre la vida personal y profesional se ha vuelto esencial, el trabajo flexible se ha transformado de ser un simple beneficio a una demanda no negociable. Las empresas que no implementan políticas de flexibilidad no solo corren el riesgo de perder talento, sino que además se resienta la salud emocional de los empleados más fidelizados y se ponga en riesgo su compromiso a largo plazo”.