Cuando llegó la pandemia, MAPFRE tuvo claro que el aprendizaje de los empleados no iba a parar. Por eso, digitalizó todos los contenidos e instruyó a sus equipos de Formación en el diseño digital y el uso de plataformas online. De esta forma, logró triplicar la asistencia a las formaciones y aumentar un 40% las autoinscripciones.
Entrevistamos a Elvira Arango, Directora Corporativa de Aprendizaje y Cultura de MAPFRE.
¿Cómo han transformado el proceso de aprendizaje para adaptarlo a la situación de la pandemia?
En MAPFRE llevábamos ya algún tiempo transformando nuestro proceso de aprendizaje, digitalizándolo para ir hacia entornos más abiertos y facilitar que sea el propio empleado el que acceda a los contenidos, el que decida qué, cómo y cuándo quiere aprender. Hasta la fecha, teníamos un mix de formación presencial (60%) y digital (40%). Cuando llegó la pandemia, tuvimos que adaptar para el periodo de abril a diciembre de 2020 el plan de formación que estaba previsto. Teníamos claro, desde el principio, que el conocimiento no se iba a parar, y que, de una forma u otra, íbamos a continuar.
Hablamos con nuestros expertos internos de todas las áreas corporativas del grupo: Negocio (Vida, Autos, Empresa, Salud y Hogar), Operaciones, Negocio Digital y Actuarial, e identificamos el conocimiento estratégico que era necesario desplegar en 2020 para poder seguir avanzando. Digitalizamos todos los contenidos -principalmente conocimientos técnicos y comerciales de Negocio- y formamos a todos los equipos de Formación a nivel mundial en el diseño de contenidos y recursos digitales, y en la gestión y uso de plataformas digitales de aprendizaje. Nuestros expertos han tenido que entrenarse en el manejo de esas plataformas, en hacer el delivery de las sesiones ‘live’, en estructurar el conocimiento, los contenidos y los recursos formativos de una manera muy ágil para que realmente llegara al destinatario el contenido esencial. El cambio ha sido muy grande. Hablamos de casi 400 personas en total dedicadas a formación.
En el caso de España, hay casi 100 formadores y otro equipo en central que gestiona el plan de formación, las convocatorias, el diseño, las subvenciones estatales, la identificación de necesidades, etc. Por ejemplo, hemos tenido que convertir un programa presencial que antes duraba tres o cuatro días en jornada completa y que iba a dirigido a todos los responsables de Automóviles del mundo en un ciclo de webinars de una hora y media de duración, sólo con el conocimiento estratégico. En cada webinar lográbamos llegar a unas 200/300 personas en un solo impacto.
(La entrevista completa se puede leer EN EL NÚMERO 4 DE LA REVISTA FACTOR HUMANO)